sábado, 30 de junio de 2007

UNA PARTIDA DE AJEDREZ

Por T.S.ELIOT

La Silla en que estaba sentada, como un bruñido trono,
se reflejaba en el mármol, donde el espejo
sostenido por columnas labradas con pámpanos y racimos
entre los que un dorado Cupido atisbaba
(otro escondía sus ojos detrás del ala)
duplicaba las llamas de candelabros de siete brazos
arrojando luz sobre la mesa mientras
el centelleo de sus joyas, derramándose en rica profusión
desde estuches de raso, subía a su encuentro;
en frascos de marfil y cristal coloreado
abiertos, acechaban sus extraños perfumes sintéticos,
en ungüentos, en polvo, o líquido, turbaban, confundían
y ahogaban los sentidos en fragancias; agitados por el aire
que se renovaba desde la ventana, ascendían
engrosando las alargadas llamas de las velas,
lanzando su humo hacia la laqueria,
agitando el dibujo del artesonado.
Enormes leños de un naufragio tachonados de cobre
ardían en verde y naranja, enmarcados por la piedra coloreada,
en cuya triste luz nadaba un delfín cincelado.
Sobre el antiguo manto de la chimenea se exponía,
como si una ventana diera sobre la selvática escena,
la metamorfosis de Filomela, por el bárbaro rey
tan rudamente forzada; sin embargo allí el ruiseñor
henchía todo el desierto con inviolable voz
y ella seguía gimiendo, y el mundo siguen aun,
“yag yag” a sucios oídos.
Y otros ajados muñones de tiempo
se narraban en las paredes; formas atónitas
asomaban, inclinándose, silenciando el cuarto encerrado.
Por la escalera se arrastraban pasos.
A la luz del fuego, bajo el cepillo, sus cabellos
se abrían en puntas de fuego
encendidos en palabras, luego se aquietaron en feroz calma.

“Estoy mal de los nervios esta noche. Sí, mal. Quédate conmigo.
Háblame. ¿Por qué no hablas nunca? Habla.
¿En qué piensas? ¿Qué piensas? ¿Qué?
Nunca sé en qué piensas. Piensa.”

Pienso que estamos en el callejón de las ratas
donde los muertos perdieron sus huesos.

“¿Qué ruido es ése?”
El viento bajo la puerta.
“¿Qué ruido es ése ahora? ¿Qué hace el viento?”
Nada, otra vez nada.


“¿No
sabes nada? ¿No ves nada? ¿No recuerdas

nada?


Recuerdo
perlas son éstas que fueron sus ojos.
“¿Estás vivo, o no? ¿No tienes nada en la cabeza?”

Pero

Oh Oh Oh Oh ese Shakesperian Rag...
Es tan elegante
Tan inteligente
“¿Qué haré ahora? ¿Qué haré?
Saldré como estoy, y me pasearé por la calle
con el pelo suelto, así. ¿Qué haremos mañana?
¿Qué haremos nunca?”
El agua caliente a las diez.
Y si llueve, un coche cerrado a las cuatro.
Y jugaremos una partida de ajedrez,
apretando ojos sin párpados y esperando un golpe en la puerta.

Cuando el marido de Lil fue desmovilizado, dije...
Sin medir mis palabras, yo misma se lo dije a ella,
APURENSE POR FAVOR QUE CERRAMOS
ahora que Albert vuelve, procura estar un poco a la moda.
Querrá saber qué has hecho con ese dinero que te dio
para ponerte algunos dientes. Te lo dio, yo estaba allí.
Sácatelos todos, Lil, y hazte una linda dentadura,
Te dijo, lo juro, no soporto verte así.
Ni yo tampoco, dije, y piensa en el pobre Albert,
ha estado cuatro años en el ejército, necesita diversión,
y si no se la das tú, otras lo harán, le dije.
Oh, ¿es eso?, dijo ella. Algo así, le dije.
Entonces sabré a quién agradecérselo, dijo ella, y me miró fijo.
APURENSE POR FAVOR QUE CERRAMOS

Si no te convence haz como quieras, le dije.
Otras pueden elegir si tú no puedes.
Pero si Albert se larga no será porque no te lo avisaron.
Deberías avergonzarte, le dije, de parecer tan anticuada.
(Y sólo tienes treinta y uno)
No puedo remediarlo, dijo ella, poniendo cara larga,
con esas píldoras que tomé para abortar.
(Ya con cinco, y casi muere a causa del pequeño George.)
El farmacéutico dijo que todo andaría bien, pero no fui más la misma.
Eres una gran tonta, le dije.
Bueno, si Albert no te deja tranquila, es tu problema, le dije,
¿por qué te casaste si no quieres hijos?
APURENSE POR FAVOR QUE CERRAMOS
Bueno, ese domingo Albert ya estaba en casa, y tenían
jamón ahumado caliente,
y me invitaron a cenar, para que apreciara que belleza el
jamón caliente ...
APURENSE POR FAVOR QUE CERRAMOS
APURENSE POR FAVOR QUE CERRAMOS
...asnoches Hill. ...asnoches Lou. ...asnoches May. ...asnoches.
Gracias gracias. ...asnoches. ...asnoches.
Buenas noches, señoras, buenas noches, dulces señoras, buenas noches, buenas noches.


de La tierra baldía (1922)
(traducción de Alberto Girri)
Original en sección de comentarios

Jaque

Por Teodoro R. Frejtman

Fue un tablero aquél, tu amor, y la jugada
fue la vida que perdí por un momento .
Me encerraste entre torres escarpadas
y acostado por corceles de desprecio
batallé como un rey enardecido
pero el jaque estaba dado...
... y caí muerto.

Ajedrez

Por José Rincón

Dos ejércitos gemelos
que luchan sin cuartel
sobre el angosto paso de un tablero.
Sesenta y cuatro casillas,
blancas y negras,
para treinta y dos fichas.
Peones tranquilos
tras los que se esconden
inquietos guerreros.
Peones pasados y unidos
presagian graves peligros.
Peones coronados,
metamorfosis letal.
Caballos diabólicos
buscan dobles amenazas.
Alfiles suicidas
lanzan como dragones
sus llamaradas mortales.
Torres dobladas
imponen un terrible bloqueo.
Damas atacadas
y damas destructivas.
Reyes que defienden
y reyes que se rinden.
Jaques y jaques mate.
Mates evitables,
mates evitados,
mates conocidos,
mates olvidados.
Tablas por ahogado.
Movimientos rutinarios
y combinaciones sorprendentes.
Parejas de alfiles que no sirven.
Peones doblados que vencen.
Piezas que se ganan,
partidas que se pierden.
Celadas...
El ajedrez es tan lógico
que se vuelve mágico.

Castle...

By Hao Wang

Castle,
Big and powerful,
Checking, crossing, fighting,
It's going to checkmate me,
Rook.

Dircurso Divino

Por Martín Lutero

En sus DISCURSOS DIVINOS escribió un pasaje místico sobre el ajedrez.

El ajedrez no es para “jugar”.
Es para Saber
y para Hacer
y para Cambiar
y para Luchar

El caballo

Un caballo de mármol ardiente
con panales de espuma y con miedos de hierba
en la boca, las orejas atentas oyendo
vibraciones extrañas al hombre,
sus patas como el cuello de las fuentes.
Y mariposas en la sangre,
y mariposas en el belfo,
con una prisa en el hocico.
Y su cola se abre como una campana
en el aire y sus crines lloviendo
como blancos otoños.
Un caballo que olvida la tierra.

Un caballo que tiene una hoja del mar
en el cuerpo, una hiedra sensual
que hunde su serpiente en el oído
y el caballo se va revolcando,
ovillando, extendido, cayendo rocío
del olfato llameante, oh árbol animal,
se va, se va en un himno,
en la pradera del cristal,
se va oliendo la luz, la alegría,
levantando su nave gloriosa, salvaje,
solitario, sin puente, orgulloso,
y sus huellas se quedan llamándolo.

Ya no vuelve, no vuelve,
ya pasea en un viejo jardín olvidado,
en un bosque de fuentes,
entre ciervos de lluvias saltando,
donde pide su cuerpo el espejo,
donde busca la risa sus labios.
Ya la luna le muestra raros
mapas de sueño y se queda
sin muerte en un prado.

viernes, 29 de junio de 2007

Arcano Ajedrez

Por Allan Zuñiga Brenes

se ha iniciado el juego con la más
acérrima intención,
cada jugador pendiente está de los
movimientos del otro, absoluta atención
se olvidaron del entorno, del tiempo
de la vida, de la muerte
y del reloj.

no interrumpe el trueno
tampoco la lluvia
en este tan antiguo juego,
juego de caballeros,
de batallas, de espadas,
de honores, de sacrificios.

regem regina vicit

poco a poco, los abrumados jugadores
caen en esa invisible atmósfera,
esa mágica atmósfera
que solo ellos conocen
que brota del silencioso tablero
en ese singular juego
juégalo tú alguna vez,
su nombre es ajedrez.

jueves, 28 de junio de 2007

Ajedrez Und Schach

Por Ramírez Villegas Ari Ben

El maestro que sepa mover al caballo,
Que no pretenda jugar con alfiles,
Mejor que mueva a este, como un rallo,
Y que la pieza no arda como los candiles.

El rey cena en un final a los peones,
¿Cuándo jugará con las torres?,
Este final llegará hasta en eones,
Pero ese final, no lo borres.

¿Qué es el ajedrez sino piezas talladas?,
Es un gran juego en realidad,
Donde las combinaciones son halladas,
Y las piezas juegan con solidaridad.

Las piezas se mueven sobre un tablero,
Relinchando los grandes caballos,
Estrujando al piso las enormes torres,
Y luciéndose esa dama junto a su rey.

Y entonces llega el maestro Karpov,
se sienta en su silla frente al tablero,
llega el campeón Kasparov,
comienza el match entre campeones,
Karpov juega con sabiduría,
Kasparov nos deslumbra con sus combinaciones,
demostrando toda la experiencia y teoría,
Que levantan nuestras emociones.

El maestro Anand juega en la India,
con él compite en maestro Ivanchuk,
y entre juegos Anand, con el lidia,
Por las partidas que ambos disputan.

La maestra Judith Polgar muy inteligente juega,
quien con ella compite Susan, su hermana,
y ella, las tablas le ruega,
ya que no desea jugar esa partida vana,
Kasparov vence a Judith quien gana torneos,
Le demuestra sabiduría y análisis.

Lasker toma la partida contra Capablanca,
y amos juegan una buena apertura,
el juego es cerrado, parece una tranca,
pero ambos mantienen la cordura,
y el maestro Lasker se arranca
a jugar la combinación que perdura,
Capablanca no se rinde ante la presión,
Lasker tiene una partida en la bolsa
y el maestro juega con gran emoción,
Raúl parece solitario en el mar con una balsa,
Porque sus piezas ya no le dan atención.

Después de unas horas Capablanca descubre,
Lasker no parece que se precipita,
el maestro Raúl ataca a sus piezas y las cubre,
para que Lasker no las mueva de su lugar,
Capablanca Remata la partida,
y triste, Emanuelle regresa a su hogar.

Pero cómo juegan los grandes maestros,
Espero que esa sabiduría,
Los haga de los nuestros,
Para que pensáramos como ellos, quién diría.

El ajedrez es como una nube,
Hay veces que se deshace y desaparece,
Llega al aire y de ahí sube,
Ya que de fuerzas no carece.

No sabemos como ganar una partida
No hay método que garantice la ganancia,
Es la victoria larga y difícil como la vida,
Pero hay que tener un poco de perseverancia.

Que el alfil juegue,
las torres cierren columnas,
los caballos resuenen,
sus bellas herraduras,
que los reyes cenen,
Los peones que les sirvan.

Aquel que diga que el ajedrez aburre,
no sabe que es el maravilloso juego,
y no nos importa lo que susurre,
y su desconcéntrico ego,
esa persona a la ayuda acurre,
ya que jugar debe saber,
Para no ser como todos los que no juegan ajedrez.


El maestro Alekhine remata la partida,
mientras las piezas enemigas,
se preparan para la huida,
corren por el tablero como hormigas,
y el enemigo los problemas anida,
crecen los problemas y matan a las piezas,
el rey solo, se prepara para la caída,
y el rey se rinde.

Que partida de ajedrez tan bella dicen todos,
el enemigo, las negras, perdieron vergonzosamente,
Pero, ¿para criticar la partida de los demás, quiénes somos?
Ya que el maestro juega muy inteligentemente.

El ajedrez es una arte,
jugarlo ayuda a la paciencia,
como el maestro que puede evaluarte,
Del gran juego-ciencia.

Que nos salve Caissa diosa del ajedrez,
O que lo haga Traha,
Pero que la victoria no se escape como un pez,
Pero que no se nos esconda como la paja.

Salta el caballo de plata al centro,
el rey enemigo se enroca,
el caballo llega hacia adentro,
Refuerza la defensa como una roca.

Las torres se ponen en acción,
los alfiles atacan varias casillas,
los peones juegan con ambición,
parece que recorren millas,
y el enemigo se pone en presión,
Por las poderosas horquillas.

Entonces el rey cae del tablero,
el enemigo le grita esto:
si te calificasen por el juego, tendrías cero,
Él arroja sus esperanzas al cesto,
y le dicen al ganador, eso mero,
Así se juega, olvídate del resto.

Atrévase a ganar el juego,
Ya que poder sacar ventajas es complicado,
Pero las celadas déjelas para luego,
Ya que las ventajas se han sacado.

Los caballos despostillan el tablero,
Las torres encierran al rey,
Pero no rematan al monarca nunca,
Eso ya parece una ley,
Como la moneda que se trunca,
O la dulzura de la fruta del mamey.

Los alfiles rezan para derrotar
Al enemigo tan ambicioso,
Fuerte de acabar,
Con la fuerza de un gran oso,
En un cueva que hay que cavar,
Al final del pozo.

El rey se mueve lentamente,
Con una esperanza en el bolsillo,
Aún así juega peligrosamente,
Como el golpe de un martillo.

La dama de la que mucho conocemos,
Nos gana la partida sobre el rey,
Y eso es tan fácil que lo vemos,
Como la planta del maguey,
Dando espinas a la que lo corta,
Y haciendo al final una rica bebida,
Después del rey que se comporta,
La bebe como si de eso dependiera su vida.

Las torres dan gran belleza,
Juegan fuertemente,
Como una potente fiereza,
Para atacar sabiamente,
La posición sin pereza.

Los peones son armas destructivas,
Pero tras tantos ataques,
Conciben ideas constructivas,
Guardándolas en empaques,
Para así sacarlas y que sean atractivas.

Todas las piezas pueden hacer maravillas,
Son tan frágiles y bellas,
Y relucientes como las hebillas,
Tan solo como lo saben ellas.

Demuestra que ganar no es difícil,
Ganar sólo necesita la práctica,
Es algo dócil,
Que conoce la táctica.

Aquí acaba el poema,
Pero que la magia del ajedrez,
Sea tu lema,
Porque tal juego no te enseña más,
Que como dicen otros,
Aún así los demás.

IL GIOCATORE DI SCACCHI

Agostino Agostini

Eccolo il pensatore,
fallace, ma ottimista,
che impegna il proprio onore
di uomo...e di scacchista! Con espressione fiera,
della vittoria ansioso,
curvo sulla scacchiera
cògita silenzioso. Il suo problema, in fondo,
non è un'affar di stato
talchè cotanto pondo
par quasi esagerato. Ma in mente egli ha il vigore
di un grande condottiero,
ei, l'analizzatore,
principe del pensiero!

Pensa per ore ed ore
si spreme a più non posso...
l'elaborato errore
diventerà più grosso!

LO SCACCHISTA PENSATORE (Agostino Agostini)

Silenzio amici, il pensator profondo
studia una mossa forte ed elegante,
una combinazione interessante
ei, di cappelle tessitor fecondo! Si spreme la cervice, affina il pondo
per un gioco terribile ed elegante
ed intanto giace, statico e snervante
sullo scanno fatal, meditabondo Ei pensa ad una difesa originale
che possa trarlo dai previsti guai,
pensa una mossa intrepida e geniale, pensa e geme in silenzio tristi lai,
ei pensa ad un tranello micidiale,
ei pensa sempre, ma non gioca mai!

Ajedrez

Por Gabriel Implagione

He sido un pésimo estratega
movimientos torpes
con vencido caballo desbocado
y tres peones alzando picas
blasfemias en mi contra.
Nunca supe
darle buen destino a los alfiles
las torres llenaron de escombros
mis ángulos extraviados.
He perdido la dama
sin mover una pieza
y el rey es apenas títere grotesco
de mis deshoras.
El caballo sobreviviente
galopa la triste cuartilla
de un destierro inútil.

Dos monjes juegan al ajedrez

Por Bay Juyi (poeta chino)

Dos monjes juegan al ajedrez
a la fresca sombra de los bambúes.
Entre las cañas no se les ve,
solo se les oye mover las piezas.

Chess Poem

submitted by Anon

He stares at you,
Watching your every move.
Does he know?
He makes his move.
You breathe again,
Counting on logic,
You see it all come together.
Hoping that your accusations are true,
Calm and quiet, you make your move.
Check...Mate!
You take a deep breath,
Hoping the next game is as lucky as the last

-o-

kings knight and queens rook fell side by side one night
the new days light puts them back in line
the rook waits for night to fall again watching as the knight takes many a pawn

2004

Tomados de: Palomar

Por Dora Alonso.

Aclaración:
Para Andresito Pi, dueño de las preguntas.

Quien entienda de caballos

que lo aclare de una vez:

¿a qué raza pertenece

el caballo de ajedrez?

No le gusta el campo,

no sabe comer,

ni lleva herraduras

ni puede correr

¿Qué caballo es ése...?

¿Qué caballo es?

1989 Habana

El gallo habanero

En el matinal gallinero
con el rendimiento caballero,
en torno a su hembra enreda
el arabesco de su rueda
sin cesar el gallo habanero;

cual blanco albornoz el plumón
envuelve su fiero ademán;
¡por su cresta-fez bermellón
y el alfanje de su espolón,
el gallo es un breve sultán!

Junto a la gallina coqueta,
de pronto su blanca silueta
fija en soberbia rigidez,
como el gallo de la veleta
o el caballo del ajedrez...

Echando atrás el cuello empina;
¡y en enfático frenesí,
rasga la matinal neblina,
sobre el jardín que ilumina
con su agudo kikirikí!

Un caballo espera

Por Gaviota Fragil

Una hora cualquiera,
de una noche cualquiera.

Un caballo espera.

Inmóvil.

Solo.

Bañándose en el azul de la luna.

Algunas nubes recorren el cielo,
en busca de un lugar,
más digno de sus lágrimas.

En su lento y silencioso desfile
dan cobijo a la luna;

la ocultan para que nadie la vea llorar
la soledad de ese caballo,
la muerte en ese lugar.

El suelo es árido, cuarteado,
sin más vida que algunos secos matojos.

Ningun árbol pudo aún fecundar,
esa tierra muerta.

Ninguna flor embriagó nuca esta llanura.
El caballo lo sabe.

Nada realmente vivo puede sobrevivir
este suelo.

Lo sabe pero sigue aqui.

Quizás porque no conoce más que,
este suelo y esta luna.

Quizás porque ha aprendido a querer
a esta tierra seca, estéril, sedienta.

Y mientras sigue allí.

Inmóvil.

Esperando.

A que una flor brote.
A que un árbol crezca.
A que una nube llore.

The Game

By Chandler Yergin

She makes her move and hits the clock
On my poor Kingside she's got a lock
Down the file her Queen comes like a truck
This time I think I'm out of luck
Her Blue eyes sparkle as she captures my Rook
She's playing so fast, it must be all Book
She think she's got me up a tree
Yea, guess she spotted that Mate in three
My clock is running Tick Tock, Tick Tock
I'm between the hard place and a Rock
A quick glance at her & I see her grin
She's ready to chalk up another Win
Flag is hanging, it's my move, and YES, by Heck
Now it's a Draw by perpetual Check!
I'm kinda glad I didn't win, I hate to be rude
But it is disconcerting when she plays in the Nude

2002

Ocho versos y un tablero

Por "Ciaquin"

Sin límite en su exterior
ajedrez y poesía,
porque ambos de fantasía
se nutren en su interior.

¿Y no ves el parecido?
poesía es ajedrez,
y ajedrez es a su vez
poesía sin sonido.

2005

Chess And Arms

By "FishOn"

He lifted his arms,
"Mate soon!," he said
As he locked his fingers
Behind his head.

He considered the move
He was soon to make
That would end the struggle.
This victory he'd take.

He arched his back,
Took a satisfied breath,
Then looked at me
Like the spectre of death.

An impish smile
Stretched across his face,
And his eyes rolled back
In a pleased grimace.

"My rook goes here
And takes your queen,
Then my knight jumps to
Where your bishop has been."

I studied the board.
He was quite correct.
His analysis clear.
His calculations checked.

I searched my brain
For the right finesse
A subtle move that would
Display my best.

Then Cassia spoke
My muse! My rhyme!
I pointed to his clock,
"You're out of time."

miércoles, 27 de junio de 2007

Ajedrez (desvarios de un crio)

Sabiendo que llegaría el final
Te adelantas en un jaque
¡Joder!
Tela, con la que no sabía jugar.

Esta vida es ajedrez, y ya no te interesa la partida
y para este peón, bufón de su reina,
toca ahora escabechina.

Me creí alfil y caballero...
y para ti siempre fui
El peón que intuía y ver yo no quería.

Pero ojo hermosa mía,
Ten cuidado en esta vida...
Que esperan muchas partidas,
no sea que otro "mejor" que yo, te devuelva la paliza.

Tomado del blog: blog.enfemenino.com de Valladolid

Reloj de arena

Por Jorge Luis Borges

La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento

Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio,
Del polvo, del azar y de la nada.

La alusión al alfil, a la espada y al telescopio conduce al polvo y a la nada. La vida del hombre es, por consiguiente, pasajera. El último verso tiene lazos con el soneto de Góngora, el cual comienza con la expresión "Mientras por competir con tu cabello" y desarrolla el recurrente tópico del carpe diem.

En un texto de La rosa profunda (1975), leemos estos versos:

El tiempo juega un ajedrez sin pieza
en el patio. El crujido de una rama
Rasga la noche. Fuera, la llanura
Leguas de polvo y sueño desparrama.

En este caso, observamos que el tiempo es ya dueño del tablero. Las piezas (que representan a los individuos) se hallan ausentes. La propia vida es vista como un juego de ajedrez, donde el tiempo gobierna la vida del humano.

"Ajedrez" de Borges incorpora la reflexión metafísica en el ámbito de la cotidianidad. Los más pequeños detalles de una partida de ajedrez permiten hablan del tiempo y también de la eternidad.

Por eso, Borges dirá en su "Arte poética":

A veces en la tarde una cara
Nos mira desde el fondo desde el espejo;
El arte debe ser como ese espejo
Que nos revela nuestra propia cara.

Información tomada de: camilofernande.blogspot.com

Peón de ajedrez

Por "Don Físico"

Yo, simple peón de ajedrez
que nunca lllegara a reina.
Yo, el idiota, el inocente,
el que te ama sin saberlo.
Yo, el desierto en su fin sin oasis.
Yo te reclamo.

Porque oigo tu voz que me dice que me quiere,
porque sufro el placer de tu presencia,
porque quise saber de tu ausencia
y aquí me ves rogándote.

Aquí me ves rogandote y sonriendo
satisfecho cruel, el deseo que me impulsaba.
Otra se ha cruzado en el camino
otra que no pensó que era peón
sino un caballo.
Quién iba a ser yo para engañarla,
quién iba a ser yo para decirle la verdad.

Por eso miento y la seduzco,
por eso cae en mis redes y me besa.
Maldita, se hacía la dura.
Yo, peón de ajededrez
he hecho jaque
mate.

Extraido del sitio: fisicoenlavida.blogspot.com

Peón pasado

El poema siguiente pertenece al egipcio Konstantino Kavafis (1863-1933), habla sobre el "peón libre", aquel peón que es visto con mirada de impaciencia o de satisfacción por quien lo posee y a la vez es visto con angustia o gula por el oponente; ese peón libre también llamado "peón pasado" porque no tiene un enemigo de igual rango al frente ni en las columnas contiguas que le impida su avance, pero que las piezas opositoras tienen su mirada puesta directa o soslayadamente sobre él.

Ese peón avanza con tal soltura
que nos hace pensar que llegando a esa línea
comenzarán sus alegrías y obtendrá sus recompensas.
Encuentra muchos obstáculos en su camino.
Los poderosos lanzan sus armas contra él.
Los castillos le acometen con sus
altas almenas; dentro de sus campos
veloces jinetes pretenden con astucia
impedir su avance,
y por todos lados, desde el campo enemigo
la amenaza avanza contra él.
Mas sale indemne de todos los peligros
y alcanza triunfante la última línea.

Con qué aires de victoria la alcanza
en el momento exacto;
con qué alegría avanza hacia su propia muerte.

Mi Señora

Por Tomás Ros

Desde mi perspectiva se te distingue monumental,
perennemente soberbia y con la mirada hacia el frente.
Jamás manifiestas si temes,
igual que todos nosotros,
la muerte o la derrota.
Yo sé, aunque tu no la desveles.
tu pesar hacia nuestra fatalidad.
Sé que con tus movimientos letales,
si bien a mi sentir sensuales.
Urdirás lo inconcebible por evitar nuestro peor futuro.
Muchos se preguntan por que batanamos tan radiantes,
si probablemente caeremos ios primeros,
Lo preguntan por ignorancia.
No conocen que nuestra recompensa si resistimos,
y logramos alcanzar nuestro destino,
es extraordinaria.

Viven... y volverán

Por Miguel Cruz Serrano

En el año 1.997, el club de ajedrez "Tres Peones" luchó por conseguir su ascenso a la Primera División. Los diez componentes del equipo combatieron con garra hasta el último instante, aunque al final la meta se mostró esquiva, y se quedaron a las puertas de lograrla última victoria. Con todo, no fue inútil la aventura: cada uno de dios enriqueció el arca de sus conocimientos, y conservó intacta la esperanza de volverlo a intentar. Los únicos difuntos fueron sus propios errores. Sobre las cenizas de éstos, no tardaría en volver a oírse el galopar de sus bravos corceles en pos del triunfo.

Eran diez los generales,
Y eran de madera noble
Las huestes que dirigían
Mediante tácitas órdenes;
Ni una palabra más alta
Que el "tic tac" de ios relojes.

Eran sus mentes, espadas
De afilado y sutil borde;
Mas sus bocas y sus manos,
La sabia humildad del monje.
El ascenso era el anhelo
En esos duelos feroces,
No la fama ni el dinero
ni engalanarse de honores.

Sin habla, bajo las coces
De un club que les fue aplastando
Como un tropel de bisontes,
Ganando cada batalla
Cuadro a cuadro, golpe a golpe.

Más tarde, llegó el "play off"
Y el Santa Feliu como postre
De esa Triunfal andadura.
Mas después... sus uniformes
Les fueron arrebatados
Sin sus máximos galones.
Desde Figueras y Andorra
Se alzaron funestas voces
Como presagio de muerte,
De ocaso que anuncia noche.

... Y calló el clarín su voz;
Cesó el tambor su redoble.
Quedó erguido ante sus rostros
El último escollo incólume.
Y diez féretros se vieron cuando el gimiente
horizonte abrazaba en su crepúsculo
A un sol teñido de ocre.

Mas cuando fueron abrirlos
Sus contrarios vencedores
No hallaron dentro los restos
Sin vida de los diez hombre...
Con estupor encontraron,
Como una burla sin nombre,
Los didácticos cadáveres
De sus pasados errores.

martes, 26 de junio de 2007

El juego de las mutaciones

Por Marco Martos

El poema termina así:

¿Puedes considerar casualidad
el número de las líneas escritas
las sílabas exactas de los versos
la geometría fractal, los jaques
de Capablanca en su mejor momento?

Dedicado al Maestro Alberto Foguelman

Por Lorenzo Maffeo

Caissa, diosa escondida,
con templos pero sin preces!
Las baldosas blanquinegras
el tiempo tenaz las pierde
y de Pampliega su impronta
y de Araujo su relieve;
sólo el grito de Flores, cascarrabia,
como un tajo permanece.
A veces el "negro" Ezeiza,
no payador, policemen;
Giménez, "enroque largo",
que sin hacerlo no duerme;
el "loco" Cárrega, suave,
con un finalito en mente
o la fina voz
y los consejos de Wexler.
Yo tenía dieciseis
vos sumabas diecinueve.
Nos unió Villa del Parque
por una valiosa suerte.
Un domingo extraordinario,
festejo de un día célebre,
neutro te mantuviste
mirando lo que sucede
cuando a Najdorf, en la "ciegas" en consulta,
le urdieron la trampa aleve,
que con su ingenio Arcamone
hizo a unos cuantos prenderse.
Debiste sentir, Alberto,
que ni en broma eso se puede.
Garibaldi en su modestia,
asentía: razón tiene.
Una semana de farra
entre neblinas me viene,
cuando el "Don Pancho" charrúa
nos agasajó en su sede.
Evoco el paseo hasta el Cerro
y las anchas alegrías de Vismara y Paco Fuertes.
Y al buenazo de Ferrari,
su esmerado presidente.
El gozo de Helguera madre
se esfumó con los vaivenes
que pasados los cuarenta
modificaron haberes,
cambiando las tradiciones
con giros de carruseles.
Los clubes fuera de radio
o de suburbios los ejes
sufrieron más ese vuelco:
se cayeron sus carteles.
Es cierto que se agregó
una cuota tipo herpes,
cuando un fundamentalismo
-¡conmigo a la verdad accedes! -
en mano la ideología
infectó el clima de siempre
Pronto llegaron mudanzas.
¿Habrán sido seis o siete?
Fiel al club, permaneciste
absorbiendo, estoico, el golpe
Villa del Parque entrañable
no merecía desbordes
Seguiste prudente y firme
y cual blasón de una Orden
tus cursos de acertar jugadas
conservaron su renombre.
Dedicación al servicio
que distingue el oro del cobre.
Nunca protagonista,
sencilla sapiencia noble.
"Concurren a despejarse …….
de los conflictos el bocho"
- comentabas - porque entonces
se habían agudizado
con inéditas tensiones
en un país de promesas
antes que dulce, salobre.
Te afanaste también con el idioma
haciendo literatura:
nutrida correspondencia
y, por fin, dos obras justas:
Damas Cazadas y Ajedrez de Lujo,
con ideas y frases de sobria galanura.
Cuál será tu rechazo a la mentira,
al engaño, al ardid, a la impostura,
que al decirte de escribir ficciones
rehusaste, por temor al desliz de una fractura.
Por tu historia maestro Foguelman,
en el despunte de este trece
aquí los que te rodean,
muy contentos por quererte,
son una voz en el elogio: ¡amigo
persona singular, hombre con creces!.

Poema de ajedrez anónimo

Porque esta vida no es
-como probaros espero-,
Mas que un difuso tablero
de complicados ajedrez.

Los cuadros blancos: los días
los cuadros negros: las noches...
Y ante el tablero, el destino
acciona allí con los hombres,
como con piezas que mueven
a su capricho sin orden...
Y uno tras otro al estuche
Van. De la nada sin nombre

Jaque Mate 1916

Por Carlos Varela

El perro golpea la puerta del patio
arriba el vecino le pega a su mujer
la línea amarilla divide el asfalto
y afuera la gente no sabe qué hacer.
Veo gasolina flotando en un charco
haciendo arcoiris debajo del pie
un viejo se encuentra a su doble en un banco
y leen la prensa jugando ajedrez.

Tristán Tzara jugaba ajedrez con Lenin
en la misma calle que nació Dadá
a veces presiento que fui una pieza
y que aquel tablero era mi ciudad.
Tristán Tzara jugaba ajedrez con Lenin
en la misma calle que nació Dadá
y un año más tarde salió el fantasma
recorriendo el mundo hasta mi ciudad.

El perro se bebe a su doble en el charco
se traga el arcoiris y se echa a correr
la mujer del vecino golpea el asfalto
y la puerta de arriba no sabe qué hacer.
El vecino golpea al perro en un banco
que orina colores sobre su pie,
la prensa se pone amarilla en un charco
y afuera los dobles no sabe qué hacer.

Tristán Tzara jugaba ajedrez con Lenin
en la misma calle que nació Dadá
a veces presiento que fui una pieza
y que aquel tablero era mi ciudad.
Tristán Tzara jugaba ajedrez con Lenin
en la misma calle que nació Dadá
y un año más tarde salió el fantasma
recorriendo el mundo hasta mi ciudad.

Los viejos dividen la puerta y el banco
afuera los perros no saben qué hacer
yo leo la prensa pisando los charcos
y encuentro a mi doble en una mujer.
el perro, la puerta, el fantasma y el banco
la prensa,los dobles,el pie y la mujer
la línea amarilla, los viejos y el charco
son piezas que flotan en un ajedrez
sin saber qué hacer.

¿Qué es la tristeza?

Por Jairo Aníbal Niño

-Paula, ¿usted sabe qué es es una oveja?
-Sí. La oveja es una nube con paticas.

¿Qué es la tristeza?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.

¿Qué es la gaviota?

La gaviota
es un barquito de papel
que aprendió a volar.

Amistad

Por Desiré (española)

Cuando yo era pequeñita no sabia jugar
Pero conocí a alguien, que me hizo pensar.
El me dijo lo que era, que era fácil de jugar,
Y con mucha atación, comencé a participar
Española, Francesa, Grunfeld ¿que más da?
lo importante es participar
Aquí no hay rivalidad ¡lo que hay, es Amistad!
Hay personas que no entienden, ni valoran,
Que un deporte es.
Dicen: Cuatro, cinco, seis horas
¿Para ganar o perder?
¡Valla rollo de ser!
Pues nosotros lo hemos pasado bien, y
Venimos con ganas de aprender.
Da lo mismo la raza, el sexo o la edad
No importa lo que seamos, pues al fin y al cabo
¡Todos somos humanos!
Después de todo hay que saber: ¡Que el jugar es un placer!
Y ante todo hay que tener:
Tus amigos del Ajedrez.
Por todo esto debéis saber:
¡Que la Amistad jamás se debe de perder!
Jaque mate has de dar, a tu contrincante
Para ganar
¿Tablas ande jugar?
¡¡Noooooo!!
Tu partida has de jugar
Bien si has de perder o ganar
Que mas da 1700 ó 2500
¿Se puede medir tu nivel?
Puede ser
Pero nuestros corazones, no
¿Hay algo mejor que eso?
Muchos de vosotros direís ¡¡Siiiii!!
Puede ser
Pero antes debeis saber:
Que sin corazón nada de esto, podéis decir ni saber
Gracias al ajedrez mis amistades mantedré
Y eso es lo que haré. Y jamás lo olvidaré..

Poema a Caissa

(Inspirado no poema inglês Caíssa de Sir William Jones)

Uma Dríade assim tão suave,
Uma pluma que pelos morros levitava,
Um sonho, uma paixão que a todos provocava,
Uma mulher diferente, um ser encantador,

Um sorriso e um modo que envolvia
A todos com Seu ar perturbador.
Uma fêmea que em tempo frio
Impregnava de suores o lençol do Trácio.

Uma Ninfa a perseguir leve e inocente
A selvagem gazela no trotar macio,
Com a graça e beleza, que admirava a gente
Que tal dádiva vivesse no Oriente.

O seu “não” era um “talvez...”,
Talvez, o seu “quem sabe”, fosse um não.
O seu “sim” era o tal sorriso,
Que a fazia parecer de um anjo encarnação.

Mas rejeitava solene o himeneu,
E a um guerreiro apaixonado prometeu
Que seu coração a ninguém jamais seria dado!
Dito e feito. Disso nunca arrependeu.

Por sobre as pedras e areias dos vales e montanhas,
A sua beleza e nome, em fama, se alastraram.
Muitos homens secavam por carinhos Seus,
Enquanto outros por Seus beijos suspiravam.

Até que um dia, na olímpica Assembléia Venerada,
Por justa indicação de Marte e Zeus,
Como Deusa, Caíssa a Fada foi entronizada.

AJEDREZ PROFUNDO

Por Lawrence Ferlinghetti

La vida es como un campeonato de ajedrez
jugadores anónimos se baten
sobre un campo escaqueado
donde tienes solamente
determinado tiempo
para completar tus jugadas.
Y tu reloj corre
todo el tiempo
y si te tomas
demasiado tiempo
para una jugada
tienes tanto menos
para el resto
de tu vida.
Y tu adversario
oscuro o claro
(quien puede ser o no ser
la vida misma)
te hostiga con sus ojos profundos
u obsenamente frunce sus frenéticas cejas
o arroja el humo sobre tu rostro
o cruza y vuelve a cruzar sus piernas
o las piernas de ella
o te perturba de otro modo
y actúa como algún insolente invulnerable
imbatible dios
que puede leer tu mente y tu corazón.
Y una sola jugada apresurada
puede ser tu ruina
por lo que tienes que jugar
ajedrez profundo
(como aquel de la profunda victoria de Spassky sobre Fischer).
Y si tu apertura poco estudiada
no fue demasiado brillante
debes jugar a ganar no a empatar
y de repente aparece
una nueva variante Nabokov.
Y entonces lo derrotas a Él finalmente
con algún super final
que nadie haya soñado alguna vez.
Y todavía queda tiempo-
Tu jugada.

Traducido del inglés.
Original en Inglés en comentarios.

domingo, 24 de junio de 2007

El poeta

Mas tú no temas ajedrecista
¡No temas ser poeta!
Llevas el antídoto
de muchas muertes en tus venas

Sobreviviendo al jaque

Por Allan Zuñiga Brenes

Algunos no encuentran lo bello de este pasatiempo
quizá nunca deseen comprenderlo,
de la antigua India a nosotros llegó el conocimiento
hemos de yacer en sus adentros.

Las partidas pondrán a prueba vuestro pensamiento
al avanzar veréis el progreso
que se os otorgue un triunfo no es de la noche al día, es lento
descifrad del oponente, el juego.

No os conturbéis si la reina no está en vuestro poder,
con torre y alfil mucho haréis,
todo consiste en al rey sabiamente proteger
al contrario, pronto atacaréis.

No os olvidéis de los peones que son bastante importantes
pues éstos pueden obstruir un jaque
su poder menor, mas no son insignificantes
valientes guerreros en ataque.

Que perdáis algunas partidas no es tan relevante
el tiempo ocultará los errores
estudiad con detalle las trampas del contrincante
y muy pronto seréis los mejores.

Se lee al revés

Por Juan Carlos Ramiro

poetas mis y luna de paciente ajedrez el
día medio desierto el celadas las aboco él a
efecto un que figura una menos es nombre tu asi
sombra mi y calzados mis de azar fingido el
calles las a niego vez otra pero-sonrío y digo me-
así ser quisiera no
agua de pozo un a como acceder de has que alli
bro un solo
acudir quien a hermano el hay no y
vacia esta casa la espejo del claridad la inclinida e
compañia la minima es cuando
morir a empiezo semana de fin el solo

viernes, 22 de junio de 2007

Canción a una muchacha ajedrecista muerta

Por Miguel Arteche

Llueve sobre el verano del tablero.
En blanco y negro llueve sobre ti.
Nadie controla tu reloj: te espero
para jugar allí.

¿Tú mueves o yo muevo? Quién lo sabe.
Quién sabe si allá juega o juega aquí.
De pronto tu tablero es una nave
que te lleva y nos lleva hacia un jardín.

Hacia un jardín remoto de caballos
que inmóviles nos miran, y a un alfil
que negro lanza rayos, rayos, rayos,
y hace mil años que está de perfil.

Hacia un jardín remoto de tres torres
donde una dama blanca va hacia ti,
te llama a ti, y tú hacia ella corres
y no hay en ella fin.

Donde un peón ha roto ya los sellos
y te ciñe las sienes de marfil,
y un rey recoge ahora tus cabellos
para cubrir con ellos su país.

Hacia un jardín remoto al mediodía,
donde el agua se tiende en su dormir,
y ya no hay sed y nunca hay todavía
y hay un árbol de sol en el jardín.

Sólo que tú no estás. Y está la luna
cayendo interminable en el jardín
sobre las soledades de una cuna.
Y hay olor de silencio y de partir.

miércoles, 20 de junio de 2007

EL AJEDREZ

Soraya Juncal

Nació el Ajedrez en una cuna
de brocados, de rasos y de tules.
En reales cojines lo meció la luna
y siempre caminó entre rosas y abedules.

Es el rey de los juegos y es de reyes,
el juego preferido:
un diamante que se oculta entre los pliegues
de un sufrimiento fenecido.

El Ajedrez: tema infinito y discutido.
Se lo disputan los grandes de la Tierra
y los que apenas lo hemos conocido.

Sissa, el inventor, pidió al rey necio,
cuentan las historias que he leído,
dieciocho trillones de trigo por su precio.


El rey del ajedrez

Por Francisco N. Lallana

Está allí, alto y erguido en el centro del tablero
con un aire portentoso de altivez y de arrogancia,
con su cruz alzada al hombro cual cruzado caballero
que se vino de las cortes tan bravías de la Francia.

Ha ganado cien combates y ha sufrido cien derrotas,
pero nunca ha declinado su valor y su apostura:
tiene escritas las memorias de sus glorias más remotas
y conserva cicatrices como premio a su bravura.

Ha cruzado ya los mares la leyenda de su fama,
y ha escalado las montañas su magnífico estandart
el renombre de sus glorias por el orbe se derraman.

Ya la ciencia lo saluda como gran cultor del arte,
y los genios más adustos por doquiera lo proclaman
al monarca que ha ocupado el sitial de Bonaparte.

Al ajedrez con amor

Por Diego Lozano de Borja

El ajedrez

es un deporte

de masas.

Sólo se mueven los dedos

y el cerebro no suda.

UNA PARTITA A SCACCHI

Francesco Grano

Nobil silenzio gli scacchisti circonda,
osserva la gente e tace,
in pena pel regnante che traballa
ciascun per conto suo non molla
ma quello inerme presto crolla.Un'altra vittoria
dona il bianco alla memoria,
ma non cessa di esser fiero
quel regnante tutto nero.

UN'ALTRA PARTITA A SCACCHI

Decisa ha combattuto e bene
del regnante la servitù
e non ha sofferto molte pene.
Lieta di aver il rivale vinto
credette di aver reso il suo re contento
che in fondo al campo rimase più che lento.
Ancor gloria si dà il bianco del finale
e come sempre mostra quanto vale.

Escrito en 1038

Por un califa de Bagdad

¡Oh tú!, que censuras con cinismo
Nuestro juego favorito y de él te burlas,
Sepas que es pura y sutil ciencia.
Él disipa la aflicción extrema
Reconforta al enamorado inquieto,
Y aparta al bebedor de los excesos
Si acecha o amenaza el riesgo
Aconseja en su arte al guerrero
Él nos presta compañía
Cuando nos domina el tedio.

Long Live The King

By Sharita

Light penetrates the darken paths
Of the scarred grounds of an English battlefield
Home to men, in pursuit of a king's dream,
To only suffer the wrath of another.
But fearlessly they marched on
To death seemingly, but unknown
Archers fired; Chariots rode,
Until blood masked their shields
And Chain mail clashed no more.
Then Out of the darkness, into the light
Stood nothing more than a mere foot soldier
Although proceeded in battle with many,
He returned home alone.
He closes his eyes in remembrance
Of the remains of once was
And silently cites a prayer, to the merciful God above.
Upon opening his eyes he stands there straight
With the victorious spirit of those before
Then darkness recedes, trenches dissipate,
Leaving signs of a war no more.
Gradually....... He too, fades,
A mere figment of imagination.
Long lives the king he echoes,

As I announce checkmate.

Tu Ajedrez

Anónimo

Oportunista ser
que planea la jugada del desastre,
para siquiera obtener
la malcriada salida
de tu fantasma del antes...

Has perdido tu reina,
los alfíles te son desleales,
tus torres son escombros
y tus caballos no son reales...

Solo te quedan peones,
títeres de tus caprichos,
atados,
sin inetenciones
de romper los dichos...

Frías jugadas,
calculadoras sin piedad,
vierten calmadas
el líquido "maldad".

Tu conciencia sucumbe
ante las cálidas y hermosas
llamas del infierno,
ansiada cumbre de gélidas y orgullosas
caidas de lo tierno...

Mi imperio de una sola pieza,
impedía el avance de tu pelotón,
mi reina y destreza,
fuimos némesis del armagedón.

Ignoraando una posible
jugada confusa,
me soprende un viejo movimiento,
el cual usas.

Tus cuatro peones blancos,
tu torre de siete pisos
y tu rey...
Arman la cruzada a mi reina negra,
no percato ni unaa huella ....

Observo asombrado entonces,
la consecencia de tu plan...

mi reina se viste de blanco...

Causando así,
el Jaque Mortal.

Mi Dilema Existencial...

Two fathers

By Andres Fernandez-Carrasco To Saudin.

One father brought me
into the world of black nights and white days;
Another father brought me
into the world of black and white squares.

Which one helps me find my way through the black and white?
Which one teaches me the meaning of sacrifice and strategy?
Which father teaches me how to focus under pressure?
Which voice do I hear when I'm about to make a dangerous move?

Which voice do I hear when I'm down?
Which father teaches me not to brag when I win?
Which one teaches me to learn from my mistakes when I lose?
Which one uses love and laughter in his lessons?

"Chess is life and life is chess."

"Epitafio para Capablanca"

Por Lord Dusany

"Ahora descansa una mente sutil,
una visión brillante y lúcida
como la que más haya sido
¿Pero quién yace aquí?
Alguien que, otrora, no peor
que Hindenburg podía planear,
y aun jugar su partida de ajedrez
sin herir a hombre alguno"

Luces

Por Rubén García "Senderodos"

Por allá se ven las luces de Zicatlán.
Aquí en Amaxac sólo piedra, adobe y candil.
Hace un rato
pasaron haciendo alharaca una docena de hombres.
A estas horas se bañan con el agua fría del pozo, otros llegarán al río para masajear sus dolores o mirar como se deslizan las luces en la corriente fresca que baja de la montaña.

¡Está tan cerca el cielo!
que el viento desprende un olor sideral.

Mis ojos
juegan ajedrez en la inmensa copa del cielo
tengo caballos, alfiles y una dama
que baila y tira sus velos.

Los hombres descamisados regresan
y pisan viejas pisadas.
Los hombres platican de mujeres y algunos se embroman pegándose en las nalgas.
A la vera del camino se oye la risa subterránea de los bisabuelos.

Por un momento contemplan los disparos de las estrellas,
dejan la plática y beben y tras de ellos
el viento esparce el dulce sabor de la caña.

Mañana,
el sol les partirá la espalda.
Mientras el patrón confesará anticipadamente sus pecados
con el párroco de la iglesia.

PIEZAS MUERTAS

Por Pedro Pérez

Cree el velero
que allá
donde termina el mar
empieza el cielo
Pero las piezas
fuera del tablero
sólo esperan
que un rey muera
para empezar de nuevo.

martes, 19 de junio de 2007

AJEDREZ GAUCHO

Por José María Dorronsoro

Cuando estoy frente a un tablero
el corazón se me ensancha
en esa pista; mi cancha
se agranda en el entrevero.

Siempre el pique le hago dar
a mi peón de rey o dama
porque si mal me reclama
no lo dejo acomodar.

A los peones, lentamente,
les voy buscando acomodo
para tenerlos de modo
auxiliarse mutuamente.

En cuanto se le presenta
la ocasión, que nunca falta,
al rey contrario lo asalta
mi caballo por su cuenta.

Su ataque da que pensar;
actúa como un corsario,
y al pobre rey adversario
me lo hace peregrinar.

Los alfiles los manejo
con habilidad sutil;
corren siempre de perfil,
¡eso me agrada, canejo!

Si la situación no apura
hago el enroque, tranquilo
le doy a mi rey asilo,
así ganarme, es más dura.

Las torres, con gran cuidado,
pongo en una línea abierta;
por si se abre alguna puerta
para tenerlo acosado.

A la dama, ¡compañero!,
nunca la pierdo de vista;
hay que hacer que se resista
a caer en el reñidero.

Al rey, con mucha cautela,
le elijo los cuadros buenos;
lo meto hasta en los ajenos,
a veces, ¡que se las pela!

Buscando con mucho empeño
el mate en algún rincón;
pasan horas en montón,
hasta que me vence el sueño.

Ajedrez

Por Jorge Luis Borges

I

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

lunes, 18 de junio de 2007

GLI SCACCHI

Jorge Luis Borges

In un chiuso angolo
i giocatori muovono i lenti pezzi
e la scacchiera, fino all'alba,
e li consuma e li avvince
al rigido spazio
dove aspramente lottano due colori.
S'irradiano, la' sopra
fatate ineluttabili figure
una torre omerica, un agile cavallo
una temeraria regina, un alfiere obliquo,
muti fanti minacciosi,
uno stenuo re.
Anche se i giocatori se ne andranno,
persino quando il tempo li avra' consumati,
con loro non finira' questo eterno rito.
Dall'oriente, fiammeggiando, comincio' questa guerra
che oggi ha scelto tutto il mondo come teatro.
E' infatti, come un altro, questo giuoco infinito.
E il re cortese, il sinistro alfiere
la regina irriducibile, la rigida torre, l'accorto pedone
sopra questo spazio bianco e nero
si cercano e si scelgono
in una muta accanita battaglia.
Non sanno che la mano precisa di un giocatore
governa quel destino
non sanno che una legge ineluttabile
decide il loro prigioniero capriccio.
Ma anche il giocatore (Omar Khayyam lo ricorda)
e' prigioniero di un'altra scacchiera
di notti nere e di accecanti giorni.
Dio muove il giocatore
che muove il pezzo.
Ma quale dio, dietro Dio,
questa trama ordisce
di polvere e di tempo, di sogno e di agonia?

Traducido del español

sábado, 16 de junio de 2007

Parodia de una vida.

Por Jorge "Valenciano"

La vida es una risa,
una carcajada constante.
¡ Mil muertos en un día !
¿ Y que mas da ?
¡ Otros dos mil nacen !
Y para que unos fallezcan,
otros perviven.
La ley del más fuerte,
el lobo de humo
que devora los campos de trigo.

El sida ¡ Nos engañan !
No se trata de un mal,
sino de una necesidad.
¡ La tierra está superpoblada !
Hay que acabar con la gente
que sobra.

La guerra, el ajedrez
del señor presidente
¡ Que pierdan las negras !
( El señor presidente es blanca )

Yo me río en mi sillón,
viendo la televisión.
Confundo el cine de miedo
con el telediario
de cada día.

El hambre
¡ No existe en el mundo!
Es pura parodia,
el teatro de Lorca.
¡ Nadie necesita más comida !
A unos les sobra
¡ Eso no quiere decir
que a otros les falte !
Se quejan,
porque se aburren.

Maltrato a la mujer
¡ Yo lo llamo exageración !
Se lo merecía,
es tan molesta
la muy tonta...

¿ Que los gobiernos no hacen nada ?
¡ Pues lógico y normal !
No hay problemas que solventar.
¿ Que son unos charlatanes ?
¡ Pues no les escuchéis !
Con lo feos que son los pobres.

La vida es un chiste,
una farsa,
una mentira tan bien contada
que parece real.
Abramos los ojos.

SAUDIN

By Andres Fernandez-Carrasco

He is the sturdy trunk of a solid tree.
His chess children
Lean on him for his love and support.

He is the captain of a fleet of ships.
He guides us through our mysterious journeys
Across a black and white sea.

I lean back on that tree, that sturdy, gentle tree.
I follow that courageous and steady captain.
He is my chess dad.

jueves, 14 de junio de 2007

VIAJE AL MUNDO DEL AJEDREZ

Por Felipe de Jesús Lezama Félix

Dos ejercitos cobran vida,
con sus olores a madera,
peón y caballo en espera,
del buen inicio: La partida.

Y en un campo de batalla,
frente y lucha no sin antes,
guerreros miran desafiantes,
escaques, torres por murallas.

Y cada cual está confiado,
como avanza el valiente,
la victoria es inminente,
no triunfo, sin haber luchado.

Esta guerras es de ideas,
esta lucha es de táctica,
todo combate es práctica,
jugada no hay, sin que la veas.

Al rey se la ataca con jaques,
y es del jugador la idea,
de imaginación permea,
su pensamiento con escaques.

Es vehemente la atención,
visión, juicio y raciocinio,
teniendo del juego dominio,
aplicándose con emoción.

Dos pensamientos que razonan,
jugando el juego ciencia,
disciplina y eficiencia,
de satisfacción se coronan.

Al mundo de la imaginación,
se internan cuál paisajes,
del pensamiento sus viajes,
absortos en la contemplación.

En competición y agonía,
en sus caballos de ajedrez,
dos mentes viajando a la vez,
en concentración y fantasía.

Un reino de reyes y damas,
de las torres como baluartes,
alfil y peón por estandarte,
del fiel caballo que tu amas.

Cuando el fracaso asoma,
por el descuido negligente,
en la medriocridad presente,
sin seriedad el juego toma.

Tu mente de ocio es llena,
por esta razón la pereza,
alejar debes con certeza,
AJEDREZ! La opción es buena.

miércoles, 13 de junio de 2007

Castles and Knights

by Paris Kent Fineberg-Heymann, age 8

The armor room blinds my eyes,
Knights feast on bread and wine,
in royal garments jesters sing.

What a knight likes best is combat,
the tournament mood merry.

One knight stands out from the rest,
undefeated he stands tall--

Pequeño poema

Por Omar Jayyam

La vida es un tablero de ajedrez donde el Hado
nos mueve cual peones dando mates con penas
en cuanto termina el juego nos saca del tablero
y nos arroja a todos al cajón de la Nada.

COMBATE

Por M.A. y D.L.T.

El gran tablero de roble y de torneados nogales,
como campo de batalla, de torneos y debates,
yacía en la regia estancia. Dispuestos a los combates,
y en filas disciplinadas, formaban tropas leales.

Sendos reyes coronados blandían sus cetros reales,
y las dos reinas rivales, urdían jaques y mates.
Caballos, torres y alfiles, ansiaban fieros desates,
y los valientes peones lucían armas marciales.

La noble justa empezaba rompiendo el fuego al monarca,
y planteando el famosísimo gambito de su Maestro.
Ruy López emocionado, maniobraba con su harca,
haciendo audaces defensas, cubriendo botes de lanza,
mas el águila bifronte daba la gloria al rey diestro,
sobre un campo de batalla todo honor y bienandanza.

sábado, 9 de junio de 2007

A Little Old Chess Poem

By Tomas Forsman

Once upon a time there was a King and a Queen --
In fact, there were two of each.
One couple had the most beautiful country ever seen,
The others had a house by a rocky beach.

Both countries had people who loved them dearly,
But did the royalty love them back?
The poor King called them pawns; which so clearly
Showed the compassion he lacked.

Talking about Knights, both Kings had two,
And the poor white Queen had an affair with one.
And the King had a plan on what to do,
To find out who was the father of his son.

He declared war upon his rich dark neighbor,
Asked his pawns prepare for a fight.
So they dropped their labour,
And they left that night.

His son was one of the first to attack --
At least so it seemed but the King showed his power.
He held his son back,
And he hid him in a tower.

The King watched his Queen, how would she react
When she saw her son fall in a fight.
Then suddenly, the pawn was attacked,
And the Queen fell in the arms of a Knight.

In anger the King sent the Knight
Away from the Queen and into the fight.
Deep in his heart he thought he was right.
He couldn't think clearly, try as he might.

The King lost his people, his wife and his son,
And he looked for someone to blame.
But when the other army came he realized what he'd done --
He never even knew a single pawn's name.

Chess

What a game.
Complicated, intricate, demanding and consuming
Sometimes it has been a challenge
An escape
a distraction
mostly a passion.

There is beauty in this game.
The coordination of pieces
Their individual movement and power
The sometimes surgical precision of a Checkmate
or the fierceness of a long drawn out battle
to the very last piece

And the people I've played across the board
The opponents
few were actual enemies

The game being the door to many friendships
drawn to each other by the basic love
of a complicated game.

That invokes comraderie, companionship and respect
for you learn just as much from your opponent
as you do the game.

Chess grabs you by the throat
forces you to live by that
most basic of principles
"Thou shalt think"

As you play you are always seeking
that perfect move
that beautiful combination
that better position
To win in spite of the devious tricks
of your opponent
Tactics, exchanges, mating attacks,
retreats, flanking movements, pins, swindles,
trades, sweeping victories, resounding defeats

infinite possibilities for both of you
The moment you move the first piece
Every game like a horse race
The dark horse can always win

Always a measurement of skill and knowledge
But knowledge is never enough
A true lesson of life
How to utilize knowledge and skill

And there is a wicked pleasure in this game
to disrupt your opponent's position
to steal his pieces
to thwart his attacks
to snatch victory from his side and
make it your own
A delicious thrill
to outcon the conman
to outsteal the thief
to trump the gambler
to beat the crook at his own trade

for Chess has its own world
where sportsmanship and basic rules of play
provide a wide open field of possibilities
where you both can appreciate
the beauty of a well played swindle or trick
A surprise move
a hidden threat
the con and the bluff

And in Chess
There is no room for complacency
No resting on your laurels
Arrogance will always be humbled
Conceit reprimanded and foolishness educated.

printed with permission from Elizabeth L. Scott Casper

Castle Courtesy

by Melissa Carruthers Wilson

If u wanna get down & dirty then we can go low
Guess what now the queens royalty status is cleaning off your back row

Just a lil longer, not far to go
Im gone make this game worthwhile
and at the same time freestyle
as I give you a run for your money for sho`
This pretty pawn has infiltrated, your king is stuck
Now my darling, you`re shyt outta luck

your defense is late...
Did I forget to mention the magic words checkmate

Ajedrez Mágico

Por Gabriel García Santos.

El regio suelo del Castillo estaba decorado por igual,
con cuadros blancos y negros,
a imitación y semejanza de los escaques del juego,
traído desde Oriente por el Caballero Palamedes...
Como cada mañana, la joven princesa Blanca arreglaba
su cabello frente al espejo,
observando su imagen rodeada del reflejo de infinitos cuadros"

Ajedrez y Artes

Por Fernando Pessoa

Oí contar que otrora, cuando en Persia
hubo no sé qué guerra,
en tanto la invasión ardía en la ciudad y
las hembras gritaban,
dos jugadores de ajedrez jugaban
su incesante partida.

A la sombra de amplio árbol fijos los ojos
en el tablero antiguo,
y, al lado de cada uno, esperando sus
momentos más holgados,
cuando había movido la pieza y ahora
aguardaba al contrario.
una jarra con vino refrescaba
su sobria sed.

Ardían casas, saqueadas eran
las arcas y paredes,
violadas, las mujeres eran puestas
contra muros caídos,
traspasadas por las lanzas, las criaturas
eran sangre en las calles...
Mas donde estaban, cerca de la urbe
y lejos de su ruido,
los jugadores jugaban
el juego del ajedrez.
(....)

Cuando el rey de marfil está en peligro,
¿qué importa la carne y el hueso
de las hermanas, de las madres y los niños?
Cuando la torre no cubre
la retirada de la reina blanca,
poco importa el saqueo,
y cuando la mano confiada da jaque
al rey del adversario,
poco ha de pesarnos el que allá lejos
esten muriendo hijos.

aunque, de pronto, sobre el muro surja el sañudo rostro
de un guerrero invasor que en breve deba
caer allí envuelto en sangre,
el jugador solemne de ajedrez
el momento anterior
(anda aún calculando la jugada
que hará horas después)
sigue aún entregado al juego predilecto
de los grandes indiferentes.

caigan ciudades, sufran pueblos, cesen la libertad, la vida,
los protegidos y heredados bienes
ardan y sean desvalijados,
mas cuando la guerra las partidas interrumpa,
esté el rey sin jaque,
y el de marfil peón más avanzado
amenazando la torre.
Mis hermanos en amar a Epicuro
y en entendernos más
de acuerdo con nosotros mismos que con él
en la historia comprendamos
de esos calmos jugadores de ajedrez
como pasar la vida.

(....)
Lo que llevamos de esta vida inútil
tanto vale si es
gloria, fama, amor, ciencia, vida,
como si es tan sólo
el recuerdo de un certamen ganado
a un jugador mejor.
(....)
La partida de ajedrez
prende el alma toda, aunque perdida, poco
pesa pues no es nada.

Ah, bajo las sombras que sin querer nos aman,
con un jarro de vino
al lado y atentos a la inútil tarea
de jugar al ajedrez
aunque esta partida sea tan solo un sueño
y no haya compañero,
imitemos a los persas de la historia,
y mientras allá fuera,
cerca o lejos, la guerra y la patria y la vida
nos llaman, dejemos
que en vano nos llamen, cada unos de nosotros
bajo sombras amigas
soñando él los compañeros y el ajedrez
su indiferencia.

CAISSA

By Sir William Jones, 1763

Of armies on the chequer'd field array'd,
And guiltless war in pleasing form display'd;
When two bold kings contend with vain alarms,
In ivory this, and that in ebon arms;
Sing, sportive maids, that haunt the sacred hill
Of Pindus, and the fam'd Pierian rill.
Thou, joy of all below, and all above,
Mild Venus, queen of laughter, queen of love;
Leave thy bright island, where on many a rose
And many a pink thy blooming train repose:
Assist me, goddess! since a lovely pair
Command my song, like thee devinely fair.
Near yon cool stream, whose living waters play,
And rise translucent in the solar ray;
Beneath the covert of a fragrant bower,
Where spring's nymphs reclin'd in calm retreat,
And envying blossoms crouded round their seat
Here Delia was enthron'd, and by her side
The sweet Sirena, both in beauty's pride:
Thus shine two roses, fresh with early bloom,
That from their native stalk dispense perfume;
Their leaves unfolding to the dawning day
Gems of the glowing mead, and eyes of May.
A band of youths and damsels sat around,
Their flowing locks with braided myrtle bound;
Agatis, in the graceful dance admir'd,
And gentle Thyrsis, by the muse inspir'd;
With Sylvia, fairest of the mirthful train;
And Daphnis, doom'd to love, yet love in vain.
Now, whilst a purer blush o'erspreads her cheeks,
With soothing accents thus Sirena speaks:
"The meads and lawns are ting'd with beamy light,
And wakeful larks begin their vocal flight;
Whilst on each bank the dewdrops sweetly smile;
What sport, my Delia, shall the hours beguile?
Whall heavenly notes, prolong'd with various art,
Charm the fond ear, and warm the rapturous heart?
At distance shall we view the sylvan chace?
Or catch with silken lines the finny race?"
Then Delia thus: "Or rather, since we meet
By chance assembled in this cool retreat,
In artful contest let our warlike train
Move well-directed o'er the field preside:
No prize we need, our ardour to inflame;
We fight with pleasure, if we fight for fame."
The nymph consents: the maids and youths prepare
To view the combat, and the sport to share:
But Daphnis most approv'd the bold design,
Whom Love instructed, and the tuneful Nine.
He rose, and on the cedar table plac'd
A polish'd board, with differing colours grac'd;
Squares eight times eight in equal order lie;
These bright as snow, those dark with sable dye;
Like the broad target by the tortoise born,
Or like the hide by spotted panthers worn.
Then from a chest, with harmless heroes stor'd,
O'er the smooth plain two well-wrought hosts he pour'd;
The champions burn'd their rivals to assail,
Twice eight in black, twice eight in milkwhite mail;
In shape and station different, as in name,
Their motions various, not their power the same.
Say, muse! (for Jove has nought from thee conceal'd)
Who form'd the legions on the level field?
High in the midst the reverend kings appear,
And o'er the rest their pearly scepters rear:
One solemn step, majestically slow,
They gravely move, and shun the dangerous foe;
If e'er they call, the watchful subjects spring,
And die with rapture if they save their king;
On him the glory of the day depends,
He once imprison'd, all the conflict ends.
The queens exulting near their consorts stand;
Each bears a deadly falchion in her hand;
Now here, now there, they bound with furious pride,
And thin the trmbling ranks from side to side;
Swift as Camilla flying o'er the main,
Or lightly skimming o'er the dewy plain:
Fierce as they seem, some bold Plebeian spear
May pierce their shield, or stop their full career.
The valiant guards, their minds on havock bent,
Fill the next squares, and watch the royal tent;
Tho' weak their spears, tho' dwarfish be their height,
Compact they move, the bulwark of the fight,
To right and left the martial wings display
Their shining arms, and stand in close array.
Behold, four archers, eager to advance,
Send the light reed, and rush with sidelong glance;
Through angles ever they assault the foes,
True to the colour, which at first they chose.
Then four bold knights for courage-fam'd and speed,
Each knight exalted on a prancing steed:
Their arching course no vulgar limit knows,
Tranverse they leap, and aim insidious blows:
Nor friends, nor foes, their rapid force restrain,
By on quick bound two changing squares they gain;
From varing hues renew the fierce attack,
And rush from black to white, from white to black.
Four solemn elephants the sides defend;
Benearth the load of ponderous towers they bend:
In on unalter'd line they tempt the fight;
Now crush the left, and now o'erwhelm the right.
Bright in the front the dauntless soldiers raise
Their polish'd spears; their steely helmets blaze:
Prepar'd they stand the daring foe to strike,
Direct their progress, but their wounds oblique
Now swell th' embattled troups with hostile rage,
And clang their shields, impatient to engage;
When Daphnis thus: A varied plain behold,
Where fairy kings their mimick tents unfold,
As Oberon, and Mab, his wayward queen,
Lead forth their armies on the daisied green.
No mortal hand the wond'rous sport contriv'd,
By gods invents, and from gods deriv'd;
From them the British nymphs receiv'd the game,
And play ech morn beneath the crystal Thame;
Hear then the tale, which they to Colin sung,
As idling o'er the lucid wave he hung.
A lovely dryad rang'd the Thracian wild,
Her air enchanting, and her aspect mild:
To chase the bounding hart was all her joy,
Averse from Hymen, and the Cyprian boy;
O'er hills an valleys was her beauty fam'd,
And fair Caissa was the damsel nam'd.
Mars saw the maid; with deep surprize he gaz'd,
Admir'd her shape, and every gesture prais'd:
His golden bow the child of Venus bent,
And through his breast a piecing arrow sent.
The reed was hope; the feathers, keen desire;
The point, her eyes; the barbs, ethereal fire.
Soon to the nymph he pour'd his tender strain;
The haughtly dryad scorn'd his amorous pain:
He told his woes, where'er the maid he found,
And still he press'd, yet still Caissa frown'd;
But ev'n her frowns (ah, what might smiles have done!)
Fir'd all his soul, and all his senses won.
He left his car, by raging tigers drawn,
And lonely wander'd o'er the dusky lawn;
Then lay desponding near a murmuring stream,
And fair Caissa was his plaintive theme.
A naiad heard him from her mossy bed,
And through the crystal rais'd her placid head;
Then mildly spake: "O thou, whom love inspires,
Thy tears will nourish, not allay thy fires.
The smiling blossoms drink the pearly dew;
And ripening fruit the feather'd race pursue;
The scaly shoals devour the silken weeds;
Love on our sighs, and on our sorrow feeds.
Then weep no more; but, ere thou canst obtain
Balm to thy wounds, and solace to thy pain,
With gentle art thy martial look beguile;
Be mild, and teach thy rugged brow to smile.
Canst thou no play, no soothing game devise;
To make thee lovely in the damsel's eyes?
So may thy prayers assuage the scornful dame,
And ev'n Caissa own a mutual frame."
Kind nymph, said Mars, thy counsel I approve;
Art, only art, her ruthless breast can move.
but when? or how? They dark discourse explain:
So may thy stream ne'er swell with gushing rain;
So may thy waves in one pure current flow,
And flowers eternal on thy border blow!"
To whom the maid replied with smiling mien:
"Above the palace of the Paphian queen
Love's brother dwells, a boy of graceful port,
By gods nam'd Euphron, and by mortals Sport:
Seek him; to faithful ears unfold thy grief,
And hope, ere morn return, a sweet relief.
His temple hangs below the azure skies;
Seest thou yon argent cloud? 'Tis there it lies."
This said, she sunk beneath the liquid plain,
And sought the mansion of her blue-hair'd train.
Meantime the god, elate with heart-felt joy,
Had reach'd the temple of the sportful boy;
He told Caissa's charms, his kindled fire,
The naiad's counsel, and his warm desire.
"Be swift, he added, give my passion aid;
A god requests." - He spake, and Sport obey'd.
He fram'd a tablet of celestial mold,
Inlay'd with squares of silver and of gold;
Then of two metals form'd the warlike band,
That here compact in show of battle stand;
He taught the rules that guide the pensive game,
And call'd it Cassa from the dryad's name:
(Whence Albion's sons, who most its praise confess,
Approv'd the play, and nam'd it thoughtful Chess.)
The god delighted thank'd indulgent Sport;
Then grasp'd the board, and left his airy court.
With radiant feet he pierc'd the clouds; nor stay'd,
Till in the woods he saw the beauteous maid:
Tir'd with the chase the damsel set reclin'd,
Her girdle loose, her bosom unconfin'd.
He took the figure of a wanton faun,
And stood before her on the flowery lawn;
Then show'd his tablet: pleas'd the nymph survey'd
The lifeless troops in glittering ranks display'd;
She ask'd the wily sylvan to explain
The various motions of the splendid train;
With eager heart she caught the winning lore,
And thought ev'n Mars less hateful than before;
"What spell," said she, "deceiv'd my careless mind?
The god was fair, and I was most unkind."
She spoke, and saw the changing faun assume
A milder aspect, and a fairer bloom;
His wreathing horns, that from his temples grew,
Flow'd down in curls of bright celestial hue;
The dappled hairs, that veil'd his loveless face,
Blaz'd into beams, and show'd a heavenly grace;
The shaggy hide, that mantled o'er his breast,
Was soften'd to a smooth transparent vest,
That through its folds his vigorous bosom show'd,
And nervous limbs, where youthful ardour glow'd:
(Had Venus view'd him in those blooming charms,
Not Vulcan's net had forc'd her from his arms.)
With goatlike feet no more he mark'd the ground,
But braided flowers his silken sandals bound.
the dryad blush'd; and, as he press'd her, smil'd,
Whilst all his cares one tender glance beguil'd.
He ends: To arms, the maids and striplings cry;
To arms, the groves and sounding vales reply.
Sirena led to war the swarthy crew,
And Delia those that bore the lily's hue.
Who first, O muse, began the bold attack;
The white refulgent, or the mournful black?
Fair Delia first, as favoring lots ordain,
Moves her pale legions tow'rd the sable train:
From thought to thought her lively fancy flies,
Whilst o'er the board she darts her sparkling eyes.
At length the warrior moves with haughty strides;
Who from the plain the snowy king divides:
With equal haste his swarthy rival bounds;
His quiver rattles, and his buckler sounds:
Ah! hapless youths, with fatal warmth you burn;
Laws, ever fix'd, forbid you to return.
then from the wing a short-liv'd spearman flies,
Unsafely bold, and see! he dies, he dies:
The dark-brow'd hero, with one vengeful blow
Of life and place deprives his ivory foe.
Now rush both armies o'er the burnish'd field,
Hurl the swift dart, and rend the bursting shield.
Here furious knights on fiery coursers prance,
but see! the white-rob'd Amazon beholds
Where the dark host its opening van unfolds:
Soon as her eye discerns the hostile maid,
By ebon shield, and ebon helm betray'd;
Seven squares she passed with majestic mien,
And stands triumphant o'er the falling queen.
Perplex'd, and sorrowing at his consort's fate,
The monarch burn'd with rage, despair, and hate:
Swift from his zone th' avenging blade he drew,
And, mad with ire, the proud virago slew.
Meanwhile sweet smiling Delia's wary king
Retir'd from fight behind the circling wing.
Long time the war in equal balance hung;
Till, unforseen, an ivory courser sprung,
And, wildly prancing in an evil hour,
Attack'd at once the monarch and the tower:
Sirena blush'd; for, as the rules requir'd,
Her injur'd sovereign to his tent retir'd;
Whilst her lost castle leaves his threatening height,
And adds new glory to th' exulting knight.
At this, pale fear oppress'd the drooping maid,
And on her cheek the rose began to fade:
A crystal tear, that stood prepar'd to fall,
She wip'd in silence, and conceal'd from all;
From all but Daphnis; He remark'd her pain,
And saw the weakness of her ebon train;
Then gently spoke: "Let me your loss supply,
And either nobly win, or nobly dir;
Me oft has fortune crown'd with fair success,
And led to triumph in the fields of Chess."
He said: the willing nymph her place resign'd,
And sat at distance on the bank reclin'd.
Thus when Minerva call'd her chief to arms,
And Troy's high turret shook with dire alarms,
The Cyprian goddess wounded left the plain,
And Mars engag'd a mightier force in vain.
Strait Daphnis leads his squadron to the field;
(To Delia's arms 'tis ev'n a joy to yield.)
Each guileful snare, and subtle art he tries,
But finds his heart less powerful than her eyes:
Wisdom and strength superior charms obey;
And beauty, beauty, wins the long-fought day.
By this a hoary chief, on slaughter bent,
Approach'd the gloomy king's unguarded tent;
Where, late, his consort spread dismay around,
Now her dark corse lies bleeding on the ground.
Hail, happy youth! they glories not unsung
Shall live eternal on the poet's tongue;
For thou shalt soon receive a splendid change,
And o'er the plain with nobler fury range.
The swarthy leaders saw the storm impend,
And strove in vain their sovereign to defend:
Th' invader wav'd his silver lance in air,
And flew like lightning to the fatal square;
His limbs dilated in a moment grew
To stately height, and widen'd to the view;
More fierce his look, more lion-like his mien,
Sublime he mov'd, and seem'd a warrior queen.
As when the sage on some unfolding plant
Has caught a wandering fly, or frugal ant,
His hand the microscopic frame applies,
And lo! a bright hair'd monster meets his eyes;
He sees new plumes in slender cases roll'd;
Here stain'd with azure, there bedropp'd with gold;
Thus, on the alter'd chief both armies gaze,
And both the kings are fix'd with deep amaze.
The sword, which arm'd the snow-white maid before,
He noew assumes, and hurls the spear no more;
The springs indignant on the dark-rob'd band,
And knights and archers feel his deadly hand.
Now flies the monarch of the sable shield,
His legions vanquish'd, o'er the lonely field:
So when the morn, by rosy coursers drawn,
With pearls and rubies sows the verdant lawn,
Whilst each pale star from heaven's blue vault retires,
Still Venus gleams, and last of all expires.
He hears, where'er he moves, the dreadful sound;
Check the deep vales, and Check the woods rebound.
No place remains: he sees the certain fate,
And yields his throne to ruin, and Checkmate.
A brighter blush o'erspreads the damsel's cheeks,
And mildly thus the conquer'd stripling speaks:
"A double triumph, Delia, hast thou won,
By Mars protected, and by Venus' son;
The first with conquest crowns thy matchless art,
The second points those eyes at Daphnis' heart."
She smil'd; the nymphs and amorous youths arise,
And own that beauty gain'd the nobler prize.
Low in their chest the mimic troops were lay'd,
And peaceful slept the sable hero's shade.

Un fermo immagine

Gabriella Paolini

Ogni attimo
un fermo immagine,
scandendo
il passare dei secondi,
cercando di allontanare
le idee
ed ogni piccola sensazione
di disagio e di passione.
Per una volta
cercare di capire
il gioco di torre e cavallo
e non sacrificare la regina
in una partita
che sara' scacco matto.
E' tutto
talmente chiaro
ed il mio cuore cosi' duro
e rabbioso
che finisco per trovare
una risposta senza domanda.

viernes, 8 de junio de 2007

El go, el ajedrez de japón

Por Jorge Luis Borges

Hoy, 9 de setiembre de 1978,
tuve en la palma de la mano un pequeño disco
de los trescientos sesenta y uno que se requieren
para el juego astrológico del go,
ese otro ajedrez del Oriente.
Es más antiguo que la más antigua escritura
y el tablero es un mapa del universo.
Sus variacines negras y blancas
agotarán el tiempo.
En él pueden perderse los hombres
como en el amor y en el día.
Hoy, 9 de setiembre de 1978,
yo, que soy ignorante de tantas cosas,
sé que ignoro una más,
y agradezco a mis númenes
esta revelación de un laberinto
que nunca será mío.

Ajedrez una historia

Por Jaime León Cuadra

Reyes y Reinas se han reunido en un tablero
Para poner en juego Reino y poder
Creando sentencias con reglamentos;
Al alba silbando al viento :
Los clarines cumplen con su deber.

Levantan polvo todas las viejas
Cuchicheando penas del Lucifer
Mientras engalanando están Palacios
A voz de mando príncipes y Rey;
Se prepara una contienda
En un tablero nogal, de ajedrez..

En tanto el pueblo clama ¡justicia mierda!
Y también un poco de libertad
Reyes inventan juegos muy doctorales
Gritan acerbos los populares
Para alegrar sus tardes de ociosidad.

Dispuestos están Alfiles en diagonales
Caballos saltarines de buena ley
Resguardados por Torres muy señoriales
De marfiles cubiertas protegen al Rey.

En campo de batalla cuadriculado
El enemigo contará el mismo arsenal
Dos torres, dos caballos y dos alfiles
Y en número de ocho de cada lado
De miedo o de infarto que es un encanto
se sacrifica el blanco o el negro peón.

Los clarines invaden la tarde
anunciando real batalla
silban los bronces
el puebo calla.

Se abre el juego y es un peoón que avanza
la linea del Rey deciden las blancas
Contestan las negras peón del Rey
Estrategias se siguen y ¡qué caramba!
Ante tal audacia; adelante el peón de la reina
Y para cerrar el primer ataque
Gambito del Rey.

Se miran a los ojos los cuatro peones
Empieza a subir el tono y la emoción
La estrategia parece buena y en el tablero
Hace que palpite del Rey abuelo, su corazón.

Las Damas son bellas y angelicales
Los Alfiles besan sus manos de casto amor
Y dispuestos los mozos en diagonales
Van a dar la vida por dulce honor.

Montado en la grupa Caballo blanco
Pa proteger del susto al peón del Rey
Se desplaza fiero por el tablero
Alazán es el reto y va en buena ley.

Piensa que piensa piensa un Rey muy negro
Desplaza en el tablero elegante Alfil
Dejando las cosas en tal suspenso
Como el misterioso canto del colibrí.

El turno ahora es del Rey blanco y
Decidido el ataque siempre sostener
Hasta poner al adversario en hermoso jaque
Comiéndole un osado peón a su Mercé.

Con cierto regocijo indica al contricante
Al señor Rey con enorme placer
Yo le doy como advertencia un primer jaque
Ahora le toca con prudencia jugar a usted.

Va de retro Satanás y con cierto orgullo
De si mismo seguro le indica ¡Hey!
No ve que avanzando otro peóncito
Controlo el blanco peligro dentro de la ley

¡Eso érale! exclama Rey blanco casi molesto
Haciendo un movimiento y un paso atrás
Es cierto por un momento : acepta malhumorado
Siguendo sabio consejo : va de retro Satanás

Tenía razón el Rey Negro, equiparando el juego
Lindo ajedrez; se envalentona con su arsenal negro
Y no piensan que es mejor ir despacio por las piedras
Y no con soberbia irrazonada cometer fatal error.

Entonces la soberbia se hace oscura
La Dama negra salta al campo con temeridad
Y despreciando el peligro al borde de la locura
En un reto insolente y fiero de necedad.

Los alfiles y los alazanes enamorados
en torno a ella toman la desición
de defenderla a muerte poniendo siempre
el pecho al frente
y como escudo soberano
el corazón.

En cambio los contrarios blancos se concentran
Preparándole una emboscada cruel y fatal
Relucen las espadas y los florines
El juego pa’las negras se anuncia mal.

Pero la Reina Negra es muy lista y valiente
sabe que con su hermosura desconcentrará
A cuanto peón blanco que bobos la contemplarán
Exasperando la ira del enemigo que se limitará
A mirarla con cuidado, sin atreverse a mucho más.

El Rey negro infla el pecho
y la deja ahí no más
Para infundir respeto y alentar a su staf
Se piden unos minutos de buena pausa
Aceptan todos y van a descansar.

Pero no hay tal descanso en ningún reino
El griterio de la prole es fenomenal
Si ganan los negras harán blancos esclavos
Y eso para la historia sonará muy mal.

No se puede jugar con el destino critica la Curia
En un tremendo sermón dominical
Reunidos en fausto junto a la Iglesia
Desde el Obispo grande al clerical.

Se elige entonces con todo poder
Dos delegaciones pastorales
Con los mejores encajes sacerdotales
Precide en pleno El Cardenal.

Se santiguan Reyes y peónes
Reinas, caballos alfiles incan los pies
y escuchan con calma a los sacerdotes
no vaya a ser cosa que se enoje
el Dios del bien.

Los sacerdotes claman silencio
El pueblo enloquecido no quiere escuchar
La guerra ya se ha entamado
el Rey vencido debe abdicar
y entregar sus bienes en el tablero.

Aún no hay vencedores ni vencidos
solo se advierte estratégicos movimientos
mucha cautela para evitar espantos.

El juego deberá seguir
Los sacerdotales abandonan en oración
preparando con devoción
las plegarias del que será vencido.

La pausa ha terminado
los contrincantes vuelven al redil
los blancos piensan que un alfil
puede atemorizar a la Dama
que en el centro del tablero
concentra las miradas.

Pero es un caballo blanco
que de un salto un tanto fiero
hace sutil aparición
estrategias del tablero.

Las piezas negras se miran
calculan observan y discuten
esa movida febril parece simple capricho
la Dama se come un blanco picho
que el Rey blanco sacrifica
por olvido al pobrecillo
obligando por principio
al valiente alazán
volverse por donde vino.

Pero la soberbia es mala consejera
y en un arrebato mosntruo
descubren la diagonal
que protegía al reino
dejando a los negros
perder la oportunidad
de alzarce con claridad
a tomar ventaja en el juego.

La algarabía es grande
pero hay que disimular
no se pueden equivocar
de esta metida de pata
y con fervor y osadía
alfil blanco como todo un paje
anuncia un segundo jaque
a nivel de la partida.

Es tarde mi niño relincha el caballo
y en un salto largo lo saca de allí
jubilan los negros
los blancos se callan
el mate se advierte
solemne y voráz.

Los Reyes son Reyes
nobles y fieros
el blanco tan terco
con ojos de Ley
sin odios sin prisa
deja caer la espada
en signo de Adiós.

sin nombre

Por Al Katib

El hombre inteligente dispone
los trebejos de manera
que puede descubrir en su colocación,
las consecuencias que escapan
a la vista del ignorante.
Prevé los sucesivos desarrollos
con la mirada segura del sabio
bajo una frívola apariencia.
En esto sirve los intereses
del Sultán, demostrándole en el juego
la forma de prevenir un desastre.
Para el experimentado
la estrategia del tablero
iguala a la de la lanza
y a la de los escuadrones

Ajedrex

Por Homero Aridjis

Avanza el primer peón
y allí adonde llega
al impávido horizonte
sostiene la penumbra
y a Dios

luego el caballo sin peso
desdobla la L y la concluye
ante los ojos adictos a la magia

y el alfil blanco
se rodea de hielo mental
y descansa junto a su imagen oscura
para mucho tiempo como un verso seguro

y la reina
sufre en el espacio
no más grande que una llama
del deseo
que la busca viva
en los ojos del otro

y el rey
siente que una virgen
vive en sus piezas
como en su propio ser
y se derrama hacia fuera
cuando el mate está próximo.

Enroque de flanco indistinto

Por Adriana Tafoya

"El tablado
fragmento del frenesí
hirviente porción de mentalidades
semidotadas de un raciocinio diestro
que juega a jalonear
su limitada realidad
en el universo atemporal de un tablero
tablón de cuerpo a cuadros
con el alma hecha frustración

El ajedrez es el zurdo imperativo
Que degustado con detenimiento
se transforma en un fenómeno ubicuo
él es

el prudente peón apoyando la defensa
la gota de sudor y la mano humecta
palma en la que tiemblan los dedos
por el doloroso dulzor del estrés..."

La saltapared y Despilfarras el tiempo

Por Ramón López Velarde

"Sobre los tableros
de la ruina fiel,
la saltapared
juega su ajedrez,
sin tumbar la reina,
sin tumbar el rey...

Y en "Despilfarras el tiempo", canta:

"Prolónguese tu doncellez
como una vacua intriga de ajedrez.
Torneada como una reina
de cedro, ningún jaque te despeina.
Mis peones tantálicos
al rodearte a deshora
fracasan en sus ímpetus vandálicos."

"Las praderas de oro"

Poeta Abul Hasan Alí Al Masudi (siglo IX)

"Un tablero cuadrado, cubierto
de un cuero rojo,
se coloca entre dos amigos
de una lealtad reconocida.
Se evoca un acto de guerra,
se ejecuta tan sólo un simulacro
sin recurrir
a la efusión de sangre.
Uno ataca; otro se defiende,
la lucha no languidece entre ellos.
Mirad que astuta estrategia:
los caballeros se deslizan
entre dos ejércitos
sin charangas ni estandartes."

EL AJEDRECISTA (soneto "largo")

Por MF Lenin Guevara Ferraz

Temprano en la mañana y con prisa diligente
en su tablero; campo escaqueado donde luchan dos campeones;
Reyes, Damas, Torres, Obispos, Caballos y Peones
cobran vida efímera por su mano y su mente.

Es su Ajedrez: compañía grata y reto permanente
que demanda atención, estudio, sacrificios y tensiones;
donde halla reveses, algún triunfo que le llena de ilusiones
y esperanzas de éxito; es parte de su ambiente.

Inmerso en la partida solo él sabe lo que siente:
Observa a su rival, pondera ajenas y propias intenciones,
mueve piezas vivas con estrategia y finas sensaciones,
dando el jaque felíz agradece la suerte.

Los años van pasando y poco es diferente;
su arma es la paciencia, el grande de los dones
acentuado en las canas que lo invaden por montones
nublando sus ideas ¡Ya no es como a los veinte!...

Mas él sigue adelante tenaz, firme y decidido,
marcha en pos de la gloria que lejos y alto vuela,
como novia fugaz... ayer la tuvo, hoy se ha ido.

Siempre acude a torneos, aunque ganar no suela.
Ni hablar ya de dinero, que mucho nunca ha sido
¡Cuánto pagan! Mejor viajar y jugar mientras se pueda.

Al final piensa: " jugué, soñé, perdí, gané como he podido"
y abraza su Ajedrez que tantas noches le desvela
¿Acaso jugar, soñar, perder o ganar le ha convencido?...

UN CABALLO SIN FALSETA

Por Bibianovsky

I
Vuelve de nuevo el poeta
con toda su inspiración,
buscando siempre respuesta
para alguna solución.
II
Hay que fijarse una meta
es mi sencilla opinión,
tener la mente despierta
y mucha concentración.
III
Para lograr la perfecta
y buena combinación,
mover la pieza correcta
a la mejor posición.
IV
En el tablero se suelta
esa gran revolución,
adelante va resuelta
la batalla del peón.
V
La dama siempre dispuesta
apoyar su batallón,
y el Rey sólo se acuesta
cuando hay una rendición.
VI
Y yo con mi mente inquieta
aprovecho la ocasión,
para dar una respuesta
con la mejor intención.
VII
El contrario se respeta
aunque no esté en condición,
y se mantiene con esta
una gran evaluación.
VIII
No sé cómo lo interpreta
el pueblo o mi nación,
el juego ciencia completa
cultura y educación.
IX
Este juego no se presta
para trampas o traición,
multiplica, suma y resta
según sea la situación.
X
No crean que es una fiesta
enfrentarse a un campeón,
resolver cuando te reta
torre, alfil, caballo y peón.
XI
Un caballo sin falseta
no tiene controlación,
y como lo dice el poeta
verán que tiene razón...
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