Por un califa de Bagdad
¡Oh tú!, que censuras con cinismo
Nuestro juego favorito y de él te burlas,
Sepas que es pura y sutil ciencia.
Él disipa la aflicción extrema
Reconforta al enamorado inquieto,
Y aparta al bebedor de los excesos
Si acecha o amenaza el riesgo
Aconseja en su arte al guerrero
Él nos presta compañía
Cuando nos domina el tedio.
miércoles, 20 de junio de 2007
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