jueves, 13 de septiembre de 2007

Estilo

Por Chobojo Master

Embistió la tarde, el sol se pierde
pero mi alma necesita ser curada.
Nuevamente estoy solo; eso qué diablos importa.
Salgo con mi ajedrez en la mano.

Me dirijo al viejo parque de entretenimiento.
Todos están ahí.
Las personas cambian,
pero es la misma rueda de la fortuna del tiempo.

Una mesa de concreto con los escaques insertados, colados,
esta a mi vista.
Coloco pieza por pieza en su justo lugar, miro a las nubes,
el sol se esfumó.

¡Estoy concentrado!
divagando con el cielo,
cuando escucho una voz ronca, temblorosa, que me dice: ¿jugamos?
Al ver al viejo, siento y comprendo mi soledad y la suya.

Estoy en un torbellino.
Omnipotente creador universal: ¡Rompe!
Desvanece, sacude mi locura…
¡Necesito un cambio!

Regreso con el viejo, lo contemplo, estamos frente a frente,
sus arrugas por el tiempo son cicatrices reales, vivas en mí,
lo siento.

Pero él se ríe, suelta una suave risa burlona.
Mueve la pieza ………..………………..e4
No sé si pensar o jugar; mis dos manos detienen mi cabeza;
solamente contemplo los escaques.

Muevo ……………………………………………….g6
Cómo es posible que el viejo viva este preciso momento
compitiendo conmigo,
si lo que necesito es calmar mi alma, mi angustia.

Hace días me dijo un amigo de partidas,
que el ajedrez ha retrasado mi locura.
El viejo mueve ………………….1 d4
muevo ………………………… 2 Ag7

1 Cf3,d6
2 Ad3,Cf6
3 h3,0-0
4 0-0,Cc6
5 c3,e6
6 Ag5,h6
7 Ah4,g5
8 Ag3,Ce7
9 De2,Cg6
10 e5,Ch5
11 Axg6,fxg6
12 De4,Rh7
13 Cbd2,d5
14 Dc2,b6
15 Ch2,Aa6
16 Tdl,Cxg3
17 fxg3,h5
18 Cdf3,De7
19 Dd2,Ah6
20 g4,c5
21 Tacl,Tf7
22 24.h4,Tf8
23 Cxg5+,Axg5
24 hxg5,h4
25 Cf3,Txf3
26 gxf3,Txf3
27 Tf1,Tg3+
28 Rh2,Axf1
29 Txfl,Txg4
30 Tf6,c5xd4
31 cxd4,a5
32 Df2,Rg7
33 Dc2,Txg5
34 Dc6,Db4
35 Dc3,De7
36 Dc8,Tf5
37 Dxe6,Dxe6
38 Txe6

En esta posición sé perfectamente lo que puedo hacer,
pero no significa nada en función del Universo.
Omnipotente, perdón por mi estupidez humana.
Soy un ridículo.

El sol está nuevamente perdiéndose, el parque ha sido remodelado,
las personas siguen igual.
Mis manos, mis bellas manos, mueven las piezas pero están arrugadas,
contienen ya cicatrices, son otras y las mismas a la vez.

Mi voz es ronca y temblorosa.
Frente a mí está un joven
deteniendo con sus dos manos su barbilla,
observando el tablero,
desquebrajándose la cabeza;
después de todo eso, le doy Jaque Mate

¡Qué felicidad!

Pero, por hoy se me olvido el pasado,
aunque hoy está en mí el presente.
Sin embargo mi hora llega.

Regreso a mi casa, ahí sin heces humanas,
sé que nuevamente se iniciará otra partida
en algún recóndito lugar, con un infante deseoso,
en espera de descubrir lo ya descubierto… y algo más,
tal vez lo fundamental.

Pero en el juego de todos, lo básico son los Estilos
Y el estilo se nota en cada partida
jugada por el ajedrecista que todos llevamos.

La peonada es el alma del futuro.
el peón aislado

sábado, 8 de septiembre de 2007

VOS LLEVÁS NEGRAS

Por Rafael Francisco Góchez

1. e4
El maje no podés hacerte: es por demás. Si querés decir “me aparto, me agacho y me retacho”, como en el colegio cuando no querías estar valido-valido-de-la-tusquia, te salís de un huevo para meterte en otro: siempre vas a estar comprometido. Qué feo te vas a ver si sos el único
empleado que no va a firmar la plataforma reivindicativa. ¡Quién quita y les conceden las peticiones! No vayás a ser sólo vos el bruto que no se vio beneficiado con las prestaciones. Entonces vas a ser digno de tantas auto-recriminaciones como no tenés idea, por falta de huevos o por no ocuparlos cuando debés.
Frente al directivo del Sindicato pensás “¿Y si me joden?”. Él te lo adivina y anticipa la respuesta: “La unión hace la fuerza, compañero. Si los patrones ven que somos poquitos, nos echan al carajo y ni mierda de aumentos ni contratos colectivos. Acuérdese que todo ha subido, la vida está cara...”. Internamente deliberás: “Sí, pero no vaya a ser. Estos viejos cabrones son pura babosada; por ahí dicen que uno de ellos es cuñado del Ministro, y por ese lado nos podrían entubar...”.
El directivo del Sindicato, acostumbrado a ese tipo de indecisiones típicas de novatos, anticipa nuevamente y dice: “Además no estaremos solos, compañero. Tendremos, si es necesario, el apoyo de la Federación y es casi un hecho el que las demás gremiales se nos unan en caso de
complicarse las cosas, o sea, si se pone yuca. La solidaridad es nuestra seguridad. ¡Ande, compañero: firme! ¡No se jale!”. Y vos, desde adentro, “...pero desde un principio quedó bien claro: la empresa no se anda con babosadas”. Y era verdad: al momento de contratarte fue el primer talegazo, la indirecta: “...y no vaya a dejarse sorprender por quienes instrumentalizan a los obreros con fines políticos”. Ahora mismo recordás que recordaste la figura de un militar de antaño, cuando eras vos adolescente, hablando cosas bien parecidas; luego, las terribles imágenes en los periódicos, gente esparcida por las calles de la capital, tantas cosas indeseables para el recuerdo. ¿Y qué hacés, pues? Si tomás una actitud demasiado pasiva o en extremo cautelosa -vos no estás para bonches- no tenés certeza de evadir el bulto (1. ... g6; por ejemplo).
¿Lavarte las manos como Pilatos...? Quizá el directivo tenga razón: si lo ven mansito a uno, siempre lo van a agarrar de pato. Con el lapicero en la mano derecha y la reflexión aún palpitante, inquirís tímidamente: “¿Y no irá a haber problemas por esto, compañero?” El directivo responde: “Más de los que ya tenemos cuando no nos alcanza el sueldo y los cipotes y la mujer piden y piden y no hay de dónde; más problemas que los que hay ahorita, no, compañero”.
Y estampás la firma, a la par de otras veinte.
1. ... e5
2. Cf3
Al día siguiente aparece la circular. Memorandum: bla-bla-bla y se convoca al personal para una reunión a las 4:00 PM. En efecto, los casi cien oyen al Gerente decir palabras similares a las del día de la contratación. Habla de agentes de la subversión infiltrados en la empresa,
habla de politización de las demandas laborales, habla del estricto cumplimiento de las leyes vigentes y otro montón de cosas claramente identificables como amenazas en sutil lenguaje.
No todos los firmantes de la plataforma reivindicativa están dispuestos a mantenerse. Bien clarito lo dice el Gerente: “la empresa no es inflexible, por ello se les pasará una hojita en donde voluntariamente se podrán retractar de haber suscrito” la plataforma, a la cual se refiere
como “ese papel”. Los murmullos no se hacen esperar, y los “¡Achís, por pendejo me voy a
andar dando color!” de algunos no se esconden. Pero, a fin de cuentas, sos nuevo y no te conviene -por tus aspiraciones- andar con indecisiones ni ambigüedades desde el inicio; es decir, no vayás a dar la imagen de veleta: para donde va el viento. Si no, echarán de ver que efectivamente pueden hacerte para un lado y para otro (en caso de 2. ... f6 ó 2. ...
Ad6, por ejemplo). Tus relaciones laborales no podés descuidarlas. El compañero directivo es tu supervisor. Mejor ser coherente y no firmar la tal hojita.
2. ... Cc6
3. d4
La segunda circular en tu tercer día de trabajo lleva cierta dedicatoria. Elogia desmedidamente a los miembros “responsables” del personal, quienes se retractaron el día anterior. Lanza veladas amenazas de despido contra los que persisten en sus “exigencias descabelladas” (3.
... d6; 4. de5, de5; 5. Dd8, Rd8; con ventaja blanca), calificándolos de “inconscientes colaboradores de los extremistas”; recuerda -en tono
generoso- la flexibilidad de la empresa; pone plazo perentorio para quienes quieran pensarlo mejor y hace votos por que pronto vuelva a reinar la “armonía” dentro de la empresa, es decir, para retirar la plataforma. Aquí lo más lógico, correcto y adecuado es hablar con uno de los meros meros, el que te contrató. Le hacés ver tu intención de llevar buenas relaciones con la empresa, tu deseo de no tener problemas en tu nuevotrabajo (necesitás el empleo) y -consecuentemente- tu decisión de retirar tu firma de la plataforma, pues ves que a ellos, como empresarios, no les parece el Sindicato y es preferible para vos mantenerte alejado de él.
3. ... ed4
4. Ac4
Sin duda es muy hábil el viejo. Te engancha la gran paja: “no crea: ala empresa le parece bien la organización de sus empleados, siempre y cuando se cumplan los requisitos y procedimientos legales, etc., etc., etc.”. Ahora resulta que la patronal es hiper-progresista, y hasta habría apoyado la conformación del Sindicato. Vos, bien ingenuo (por no decir pendejo), te tragás el anzuelo. Alguienmás estratégico hubiera desconfiado, tomando las precauciones del caso (4.
... Ac5). Ya habrá momentos más oportunos para buscar mejoras salariales (con las que ya te habías entusiasmado). Pero sos bruto, mano. Le creés todo y no te das cuenta de lo jodida que está la cosa. Esa misma tarde, como casi te había dado el visto bueno, te afiliás al Sindicato y te dejas ir.
4. ... Ab4+ (?)
5. c3
La empresa les hace saber su vocación progresista y democrática, que la plataforma reivindicativa se está estudiando y tendrán una respuesta a más tardar el Lunes de la próxima semana. El fin de semana asistís a la primera reunión como miembro activo. Tu participación como orador es convincente. Te echan el ojo. Te piden colaboración para actividades. Suponés que no vas a tener problemas con la empresa. Aceptás de buena gana.
5. ... dc3
6. 0-0
El Lunes no hay respuesta. Dos tipos malencarados salen de la oficina del Gerente. Tienen talle de cuilios. El Sindicato te manda a que ayudés a poner unas pancartas en la entrada de la empresa, en donde exigen el inmediato cumplimiento de las demandas y dan un plazo específico. Si no, irán a la huelga.
6. ... cb2
7. Ab2
El miércoles caen los cuilios a la periferia de las instalaciones. Han llegado en grupos pequeños. Su número aumenta conforme pasa el día. Los directivos del Sindicato han puesto megáfonos y más pancartas. Ha llegado gente de fuera de la empresa para apoyar la huelga. La patronal no está en las instalaciones. Cámaras y reporteros hacen acto de presencia. Toman los mejores puntos para filmar y fotografiar. Los directivos te mandan a que ayudés a repartir pañuelos grandes para todos. Dicen que es por motivos de seguridad, y bien que sí. Han visto a algunos tipos raros con cámaras con lentes como bazucas, que no tienen cara de periodistas nacionales ni extranjeros. Pueden estar sacando fotos de todos los empleados. Pueden estarlos fichando. Creo que te sacan algunas tomas: de frente, de perfil, de ladito... Aunque no te gusta la idea del pañuelo (pueden confundirte con guerrinche), no ves otra forma de evitarlos. ¿Querés que te diga?Estás bastante expuesto.
7. ... Cf6
8. Cg5
La presencia de los cuilios aumenta en cantidad y calidad. En las esquinas hay tanquetas. El nivel de violencia verbal de los agitadores dentro de la fábrica se ha multiplicado varias veces. Gritás consignas, como para vencer el miedito, y no es para menos. No has podido ir a dormir a la casa. Todo está rodeado. En el radio del supervisor alcanzás a oír:“la toma violenta de las instalaciones viola las leyes establecidas...”. Las capturas parecen inminentes e inevitables (9. Cf7 seguido de 10. Ch8), con sus respectivas talegueadas. Por eso, ni modo: ya estás metido en el huevo y hoy, ¡a hacerle fuerzas y cerrar filas!
8. ... 0-0
9. e5
El agua se va al tercer día de la toma. La luz también. Hay bastante mara. La miazón en el muro de atrás hace un charquito incómodo. La sed preocupa. Está jodida la cosa. No se ve solución a corto plazo. Ambas partes están sembradas en lo suyo. El despido es un fantasma cada vez más real. Las mismas leyes parecen no favorecer por igual a los descalzos (9. ... d5, 10. ef6, dc4; 11. Dh5, h6; 12. fg7 y gana, según Camacho), así que ni modo: a seguir haciendo fuerzas. ¿Y para dónde, pues?
9. ... Ce8
10. Dh5
Una de las tanquetas se va a poner cabal enfrente del portón principal. A la mañana siguiente ya han entrado a las instalaciones unos tipos que no trabajan allí, con unas mochilas sospechosas. No parecen nerviosos. Tienen cara de estar familiarizados con este tipo de situaciones y como que entre ellos se entienden con unas sus señas todas raras. Vas tanteando que no vas a hallar qué hacer en medio del despije. La única: ir viendo por dónde te zafás, aunque la visita como cliente a la PN es inevitable.
10. ... h6
11. Cf7
Tu mujer está entre los curiosos, pegada al cerco de seguridad. Bien la alcanzás a distinguir entre la muchedumbre congregada alrededor de la empresa y bien clarito ves a los cuilios gritándole para que se aparte de allí. La jodida es que no podés salir para gritarle en su cara al cuilio, para evitar sus empujones, retarlo y por qué no te pones conmigo, hijueputa (Si 11. ... De7; entonces 12. Ch6+ seguido de 13. Cf5++). El cuilio le ha puesto la culata en la cara. Ella debe apartarse, niño en brazos. Te aguantás, das la dignidad y no hay de otra.
11. ... Tf7
12. Df7+
A saber dónde comienzan los balazos. Los lacrimógenos invaden. ¡Sálvese quien pueda!
12. ... Rh7
13. Dg8+
Cuando entran, en medio de los bombazos, no te queda más que aguantar como no habías querido al principio. Sólo hay un lugar donde esconderte: en el puritito suelo.
13. ... Rg6
14. Af7+
Click-click le hacen las esposas.
Flat-flat le hacen las patadas.
14. ... Rg5
Y con lo fotografiado que estás, habiendo salido en todos los periódicos, ni qué pensar en conseguir otro trabajo. En esta posición, chero, ni Kasparov te salva.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Poética del ajedrez

Composición y escritos tácticos


Por Adolfo Vásquez Rocca


Apertura.

Este apartado tiene un plan secreto y diversos niveles de lectura, funciona como una metáfora acerca de la vida, la inspiración y la belleza.


I
Aproximación Estética y Sociológica a la Teoría de los Juegos de Lenguaje

Tal como lo indica Ortega en El Origen Deportivo del Estado (1) todas las instituciones comienzan como deporte, de modo tal que es posible derivar del espíritu del juego la mayoría de las Instituciones que ordenan a las sociedades o las disciplinas que contribuyen a su gloria. El derecho, por ejemplo, entra sin discusión en esta categoría: el código enuncia la regla del juego social, la jurisprudencia la extiende a los casos de litigio y el procedimiento define la sucesión y la regularidad de las jugadas. Nadie podrá, en tanto quiera participar en el juego, violar las reglas, si lo hace estará jugando otro juego. Al hacerlo ya no juega el juego sino que contribuye a destruirlo, pues las reglas, que son constitutivas de tal o cual juego, existen sólo por el respeto que se les tiene. Por ello negarlas es al mismo tiempo inventar las normas futuras de otro código, es instaurar un nuevo juego, el cual aunque vago en sus inicios emancipadores rápidamente se volverá tiránico, intentando domesticar la audacia y prohibir la fantasía sacrílega. Toda ruptura que quiebre una prohibición acreditada esbozará ya otro sistema, no menos estricto y –a la vez– no menos gratuito.

El juego es gratuito y espontáneo, encuentra placer en su sólo ejercicio, en la prodigalidad absurda. Constituye un paréntesis que nos sustrae de la compulsión productiva y socava el Sistema que entroniza la razón instrumental.

Así pues, el que juega busca la sola gloria y belleza de una victoria bien habida. El juego es libertad e invención, fantasía y disciplina al mismo tiempo. Todas las manifestaciones importantes de la cultura son, como he señalado, tributarias del espíritu del juego –al respeto a la regla– así como al desapego que éste engendra y mantiene.


II
Composición y escritos tácticos.

Volvamos al símil enunciado al inicio. Como lo ha señalado Wittgenstein, “el ajedrez no consiste solamente en empujar figuras de madera por un tablero” (2).

El problema de ajedrez puede considerarse como una obra de arte que ha sido realizada con elementos del juego y revestida de cualidades estéticas. El problema del ajedrez puede definirse como una posición de piezas en el tablero, dispuestas a embellecer una idea, o tema de mate en un número determinado de jugadas que se anuncia de antemano.

Los caracteres esenciales de la materia ajedrecística y la fantasía de los compositores han determinado que, entre otras, las cualidades que debe reunir el problema en general son la belleza y la elegancia; cualidades que se aplican al fondo y a la forma. Los elementos que otorgan belleza son: las jugadas imprevistas y las combinaciones inesperadas –los sacrificios– la agudeza en la concepción de las ideas generatrices del problema y el ingenio empleado para desarrollarlas, esto es, la economía para realizar la idea temática con los elementos estrictamente necesarios, evitando el barroquismo, excluyendo todo lo superfluo.

Otro elemento que embellece una idea es su originalidad. Según el enfoque clásico, tal o cual variante de apertura tenían una determinada clasificación, un leitmotiv del que nadie se atrevería apartarse. Tarrasch o Capablanca jugaban de cierta manera una línea de Gambito de Dama, y así había que jugarla. Una variante tenía determinada reputación y esa reputación podría modificarse a medida que avanzase la teoría, pero siempre bajo la premisa de que “en la variante X las blancas tienen que atacar en el flanco de dama” o “en la variante tal las negras tienen una posición sólida haciendo esto y lo otro”. Sin embargo, con el enfoque poético aquí propuesto, que ha tenido entre sus más brillantes exponentes al genio temperamental de Bobby Fischer, los jugadores más audaces han incorporado a su mente una enorme versatilidad, lo que les permite luchar en cada apertura prácticamente sin prejuicios o ideas preconcebidas: están listos para cambiar sus ideas sobre la variante si se conjugan factores nuevos y extraños. Donde antes se producía un ataque directo por sistema, ahora pueden cambiarse damas “sólo” para entrar en un final superior, o quizá aceptar un peón “envenenado” para mantenerlo en una defensa heroica, basada en colosales conocimientos teóricos.

El ajedrez no es un mero ejercicio de lógica. Lo que cuenta es el impulso. Un plan puede ser perfecto y estrellarse una y otra vez contra la voluntad superior del enemigo, contra su conciencia superior del juego. Todos los grandes campeones han tenido sus “bestias negras”. Tal perdía con Korchnoi. Bronstein con Spasski, Spasski con Stein.

¿Cómo definir el asunto de la “bestia negra”? Si inyectamos al juego nuestra conciencia volitiva, nuestro impulso, la absoluta certeza de que vamos a ganar, que no hay defensa posible contra nuestro plan: la estrategia deja entonces el lugar a la inspiración, a la belleza y sorpresa de una táctica y las piezas se mueven por el tablero como predestinadas a la victoria, sin que nada pueda detenerlas.

Este punto está controlado por el enemigo. No hay problema, no lo está realmente para mis piezas. No hay puntos débiles en la posición enemiga; sí las hay para mis bravas huestes. Mi alfil, mi caballo, hasta mi dama, pueden sacrificarse en la más romántica de las muertes para dar paso al peón justiciero que dará mate en la séptima fila.

Nada hay más saludable que jugar ajedrez sobre bases puramente emocionales. Obsesionarse con uno de los caballos de tal modo que toda la estrategia se ordene a protegerlo. En el tablero no cabe ser sino decididamente impulsivo y original, hasta la más brillante de las victorias o la más romántica de las derrotas (3).

Sin embargo, esto quiere decir que la victoria, y todo lo que ella comporta en tanto consecuencia de un conflicto, no es un imperativo. Más bien, esta actitud apunta a desplazar la confrontación a un segundo o tercer plano, situando a la emoción y la sensibilidad en una posición privilegiada y articuladora del curso del juego; con lo cual las elecciones y decisiones que mueven las piezas por el tablero se hacen inciertas, permitiendo al juego desplegar dimensiones insospechadas. Esta capacidad polisémica que puede asumir el ajedrez lo emparenta con el mítico cine de Raúl Ruiz y la alternativa que éste representa ante el paradigma narrativo industrial, cuestión que de la que me ocuparé en otro artículo.


1. ORTEGA Y GASSETT, José, El origen deportivo del Estado, OC II, 607-624 (1924).
2. KENNY, Anthony: Wittgenstein; Ed. Alianza, pág.193, refiriendo a WWK p. 104. (Ludwig Wittgenstein und Wiener Kreis. Ed.Basil Blackwell, 1967. Notas taquigráficas tomadas por F. Waismann).
3. En Artículo Paradojas, autorreflexividad y huelga de los acontecimientos, Prof. Dr. Adolfo Vásquez Rocca. En Prensa.


adolfo vásquez rocca
Viña del Mar, Chile. 1965.
Doctor en filosofía.
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